martes, 19 de febrero de 2013

PIDE UN DESEO

Hace un año Rómulo correría El Reto del Quetzal, y yo que no tenía vacaciones lo esperaría en casa. Pero se dio una serie de eventos afortunados que cambiaron las circunstancias, al final cambié de trabajo y en el ínterin pude acompañarlo. Guatemala superó mis expectativas y la organización de la carrera también.

Desde la primera cena, en donde decidimos sentarnos con los más parecidos a nosotros, establecimos amistad con un grupo de guatemaltecos o mejor dicho chapines (Luis, Morris y Paco) y un italiano (Raffaele), todos participantes, que hizo que las siguientes noches cenáramos todos los días juntos cual familia. Además de eso, el pana Paco, que casi no es salido, me ofreció irme con su esposa e hijos durante las etapas de la carrera (en vez de en el autobús de la organización destinado para los acompañantes). Roxana y sus tres hijos encantadores (Paquito, Xavi y Rodri) los cuales me hicieron sentir como parte de la familia y con los que pasé gran parte del viaje, me mostraban las ciudades donde se desenvuelve la carrera, compartimos bonitos paisajes y experiencias mientras los ciclistas estaban en carrera.

También pasaba varias horas en los puntos de control y llegada con los de la organización (staff) de la carrera y todos fueron muy panas y vaciladorcitos al mejor estilo chapín. Cada lugar era más bonito que el otro y ya con solo andar por el hotel y ver a ese poco de ciclistas en los pasillos, o escuchar los cuentos de Rómulo de cada etapa, pero sobretodo el conteo de salida de cada día, me hacían sentir la adrenalina del ambiente y unas ganas terribles de participar. Recuerdo que Netzer y su esposa Beatriz (creadores de El Reto) dan un librito a los participantes con las normas e itinerario, acompañado con un detalle muy simpático: una pulsera tejida de los deseos con instrucciones para pedirlos (que Ro me regaló)..... uno de los deseos que pedí está a punto de cumplirse....





EL RETO DEL QUETZAL

La carrera consta de cuatro etapas:

  • La primera etapa será de 15 km, (un "púyalo que va en subida"... y luego "púyalo que va en bajada") en una hacienda de la ciudad de Antigua, una ciudad colonial bien conservada y linda (como El Hatillo pero gigante), será una contrareloj. En donde sale cada equipo (duplas) cada cierto tiempo y el tiempo determinará al ganador y las posiciones de esta etapa.

  • La segunda etapa, la más larga de casi 90 Km, sale de Antigua a 1400 msn, subimos hasta 2600 msn (1200 m de desnivel positivo) y luego bajamos hacia Panajachel (Pana) que nos recibirá con su espectacular Lago, El Atitlan y sus volcanes. Sí cuando llegué en carro fue alucinante no imagino ver el lago después de horas pedaleando, será una satisfacción tremenda.

  • Tercera etapa, desde Pana hasta Xela, alrededor de 60 km pero se suben casi 1800 msn de altitud durante esta etapa. Este año la salida será al otro lado del Lago Atitlan, lo cruzaremos en ferri, más fino.

  • Y la cuarta etapa, desde Xela hasta Reu, también alrededor de 60 km pero esta en cambio llegas a 2600 msn y termina a nivel del mar... sendo descenso... espero que me posean los espíritus de Edwin y Pirata en esta etapa.





La mayoría de los participantes corren en equipo (dupla) pero también se puede correr en solitario, como la corrió el año pasado Ro. Ya solo faltan 15 días, cuando fui el año pasado tenía una bicicleta nueva en casa que todavía no había estrenado por no sentirme preparada (La ERA, la bici de mi sueño que la semana que viene cumple un año conmigo, fue un regalo de cumpleaños) así que cuando volví de El Reto, regresé motivada a entrenar para volver al año siguiente pero compitiendo. Poco a poco fui conquistando a La Era, domándola, y ahora, somos una.

Hoy me siento muy bien para este Reto, con muchas ganas de vivir la experiencia y de poner mi máximo (y un poco más) en cada etapa, contenta de correr con mi compañero de equipo en la vida y ahora en El Reto y por su puesto de ver a los panas chapines y a los amigos venezolanos Karina, Daniela y Daniel que nos esperan en Ciudad de Guatemala para recibirnos, como también lo hicieron con mucho cariño el año pasado.

Seguiré contando los días siguientes sobre los detalles de los últimos entrenamientos, preparación y los arreglos del viaje las últimas semanas antes de irnos, y allá por supuesto espero poderles contar mi experiencia en cada etapa. Del 7 al 10 de marzo ... www.elretodelquetzal.com ... 2013 .. ¡allá vamos!




lunes, 11 de febrero de 2013

PARACOTOS, CON TRES DIABLOS

Carnavales es una época muy ajetreada para El Diablo, más o menos como para Santa, la navidad. Tiene que estar en muchos lados, así que fuimos y vinimos y ¨pasamos lisos¨. El Diablo no agarró a ninguno esta vez. Y es que también esta vez yo me fui con tres diablos, Carlos Aponte, Pirata y Rómulo.

Pirata, ya nombrado en entradas anteriores, o como le llamarían hoy al final del recorrido, LA LEYENDA DE PIRATA, ha ido tantas veces a Paracotos que ese ya tiene pacto con él. Le lleva presas nuevas a cambio de que lo deje quieto. Aponte, es un tipo con demasiada experiencia también, en carreras de aventura y MTB y Rómulo que aunque empezó luego que Aponte, también tiene mucha experiencia en las mismas ramas... así que ¨mas sabe el diablo por viejo.... que por diablo¨ y fueron conmigo, que volví por la revancha y la logré, les cuento:

Salimos de San Antonio de Los Altos, después de café y minilunch, muchos fueron los que arrugaron hoy, de hecho, la rodada de hoy ni siquiera la organizamos nosotros, él que la inventó, arrugó. Bueno salimos yo y los tres diablos vía Paracotos. El clima ayudó, estuvo soleado con algunas nubes nobles pero como de costumbre mucho frío en la bajada y mucho calor en la subida. De ida practicamos el ¨TURBO¨, que es una de las maniobras que estuvimos practicando la vez anterior Rómulo y yo para la carrera (El Reto del Quetzal). En algunas subidas Ro me empuja y se activa el TURBO que evita que yo me desgaste demás y que Ro llegue fresquito. Varias veces sorprendimos a Pirata cuando yo lo pasaba y se quedaba loco, hasta que caía que era el turbo.








El Pirata y sus mañas de diablo




Bajamos "a dos tablas", Rómulo cantándome la zona y yo atrás a lo que daba. Además la carretera de tierra no tenía muchas rocas como tiene siempre, el camino por donde pasar estaba muy notable y yo ya me conocía el camino del fin de semana anterior, así que bajamos durísimo. Pirata estaba probando su bicicleta rin 29 en esta ruta, y como la encontró "autopista" como dice él, voló, aunque decía que iba tranquilo (El Pira no frena mucho, porque dice que las pastillas están muy caras).

En el camino cada diablo me iba dando consejos, y yo tratando de absorber al máximo estos valiosos conocimientos, uno me decía cómo cambiar, el otro diablo cómo bajar y el otro solo me llevaba al límite, como de costumbre. Se me ocurrió comentarle a uno de ellos que me había cambiado a pedales " Crank Brothers", pero en vez de decir eso, dije "Cranberries"... más vale que no... hasta de sobrenombre me lo pusieron..

Al llegar al planito, donde comienzan los potreros, esos diablos comenzaron a competir entre ellos, pero en pelea de diablos, yo no me meto. Me cuentan que llegaron con los ojos afuera de lo duro que le dieron hasta el asfalto. Ahí fue cuando mi turbo, se quedó sin pila.

Con los tres diablos


Ya por llegar al pueblo mis cambios no estaban muy buenos, le faltaba aceite a la cadena por tanto polvo, pero estos diablos ya les digo, se saben mil trucos, la experiencia. Así que recogieron potes de aceite de caja hidráulica en la basura y solucionado el problema. Llegamos a la panadería, comimos, nos hidratamos y me quité el suéter de lycra que me llevé esta vez para no sufrir de frío en la bajada.





Aceite de caja para la cadena ¡mas nada!






















De regreso ya yo iba mentalmente más fuerte, restia´a para que me fuera bien esta vez, también me comí mi power gel cada media hora rigurosamente. Recuerdo que el primero me lo comí mientras hacía pipí en el monte, para eso de aprovechar el tiempo, y ensayar esas técnicas también para la carrera.

Está vez cuando terminó la parte de tierra me sentía bien, pero uno no se puede confiar, hay que seguir hidrantándose y comiendo (no hay que tentar a ustedes saben quien). Cuando ya estábamos llegando a San Antonio de nuevo a los carros, uno de los diablos me empezó a presionar para darle duro y dejar el resto, y me sentí orgullosa cuando me di cuenta de que todavía tenía fuerza, y las piernas me respondían a pesar del cansancio.



se acabó la tierra
En el Kiosko


Ya llegando nos encontramos con unos amigos que venían de hacer otra ruta con un grupo. Uno de los del grupo, que le gusta el "downhill", cuando le intentaron presentar a Pirata, lo reconoció y dijo: - Yo sé quién es, Pirata es una leyenda. Así que se ganó su "chalequeo" a raíz de este comentario, y la leyenda se sonrojó.


Nos encontramos a Ernesto, Aimett, Elizabeth y a Alvaro (Foto de Aponte)






Esta vez por ocupado,
El Diablo quedó picado,
no me quiero imaginar,
pobre el próximo a agarrar





¡Feliz vida y rodar!
L.A.



sábado, 9 de febrero de 2013

POR UN GOLFEADO




Cuando yo era joven e iba con mi familia a la Colonia Tovar, recuerdo que eso implicaba UN VIAJE. Y ya cuando pasabas por El Junquito, ya casi casi llegabas, empezaban los golfeados, la neblina, el frío, los caballos y los ponis. Hoy me impresionó poder salir de mi casa en bici a dar una vuelta, llegar al Junquito y estar al mediodía de nuevo en casa. Con este mismo grupo que salí hoy, hice una hazaña similar en diciembre pero para Charallave, pero es que no es cualquier grupito, todos los que fueron tienen o mucha capacidad o mucha experiencia o ambas. Habían ciclistas de ruta profesional que corren en Europa, triatletas profesionales, corredores elites de MTB y ciclistas aficionados como nosotros. Es un privilegio compartir rueda con semejantes duros.


Salimos de Caracas MultiSport, en La Florida, a las 7:15 entre una cosa y otra, encontramos al resto del grupo cerca de la estación Ciudad Universitaria, llegamos a ser más de quince, y entrompamos por la Av. Jose Antonio Páez para llegar a Antímano, nos paramos en una bomba de gasolina a recargar energía e hidratación y contamos con la suerte de que nos acompañaran dos motos de la Guardia Nacional (ya les digo, no es cualquier grupito) y pronto comenzamos a subir por la carretera nueva Mamera-El Junquito, la cual está finísima. La carretera es ancha, de cemento rayado, con aproximadamente 13 km desde la base de la subida hasta El Junquito, tiene dos canales de subida y de bajada y una vista bien bonita.





La escolta



Apenas comenzó esta carretera (Mamera-El Junquito), el pelotón se deshizo. Se formaron minis pelotoncitos y cada quien agarró su ritmo, los primeros volaron. Yo las primeras curvas traté de no separarme de Katherine y de otra triatleta que iba también, pero no era mi ritmo y no iba tardar en fundirme, así que solo me concentré en mi paso y me sentí muy bien. Cuando llegué arriba todavía tenía fuerza. Eso sí, subí sola todo el camino, todavía tengo un nivel que no es "ni muy muy ni tan tan", así que suelo quedarme en el medio, siempre preguntándome si estoy en el camino correcto.

Pero esta vez, estaba nuestra escolta, esperando en los cruces para guiarnos y hasta parar el tráfico (¡QUÉ NIVEL!). En lo que se acaba esta carretera, conecta con la carretera El Junquito tradicional, y empecé a darle con más fuerza pues ya había llegado al "falso plano", seguí y seguí y no veía a nadie del grupo hasta que mis dos entrenadores, que también estaban en el grupo, me esperaban en donde está el puesto de guarda parques (Parque Nacional Macanao).

Rómulo: mi entrenador de mente, de técnica, quien mi inspira a nuevos retos y también de motivación. Fuco: mi entrenador físico, quien me arma el plan de entrenamiento, plan de fortalecimiento, conoce mis debilidades y fortalezas, y me ayuda a desarrollarlas. Ambos creen en mí y a ambos los admiro mucho y con eso ya me tienen más que comprometida con este asuntico del ciclismo, que comenzó como un hobby, pero cada vez se pone más intenso.

Fuco y Rómulo



Nos regresamos a los golfeados, donde nos sentamos a disfrutar del mejor golfia´o que me he comido en la vida, y de unos cafecitos, mientras el primer pelotón, llegaba más lejos y daba la vuelta. Cuando nos reunimos todos de nuevo, venía lo bueno... la bajada... pero vino Katherine y me soltó el primer ¨CUIDADO CON LA BAJADA¨, a lo que respondí: OK, luego vino Rómulo con el segundo ¨CUIDADO CON LA BAJADA", a lo que respondí: OK. Cuando vino el tercero.... yaaaa me fregaron la bajada... preferí bajar tranquilita, ver los paisajes y tomar fotos ... antes de escuchar un ¨TE LO DIJE¨, además no estamos para arriesgar a 3 semanas antes de la carrera.


Carretera Mamera-El Junquito

Fuco

El grupito




En el regreso, se nos perdieron los escoltas, así que tendríamos que devolvernos por donde vinimos en vez de ahorrarnos kilómetros por la autopista, pero cuando llegamos abajo, cerca del desvío... ¡APARECIERON! ... así que cual "PRO" nos vinimos en pelotón por el hombrillo de la plena autopista. El pelotón iba duro pero a un ritmo que podía seguir, yo me fui adelante "chupando rueda"(detrás de otra bici que me cortaba el viento) y apretando para no alterar las dos columnas en perfecta formación. El pelotón empezó a acelerar el paso y yo a apretar más y más, cuando vi el cartel de Plaza Venezuela, la verdad, di gracias a Dios. Ahí se dispersó el grupo, algunos siguieron a Caracas MultiSport y nosotros a casa.

Llegamos antes del mediodía, después de haberme comido ese golfeado, con 70 km recorridos, y feliz de esa "vueltica" en bicicleta de ruta. Ya le tocaba una entrada a una ruta de ruta, conchale.


Justo después de comerme mi merecido golfeado




¡Feliz vida y a rodar!
L.A.



domingo, 3 de febrero de 2013

PARACOTOS, EL DIABLO EN PANTALETAS

Cuenta la leyenda que El Diablo sí existe. Pero no está en el subsuelo, ni en las tinieblas, ni tampoco hay que pasar por San Pedro (esa es otra ruta). El Diablo existe y está en PARACOTOS. Cuando un grupo de ciclistas se atreve a hacer esta ruta, a pesar de la leyenda que ya todos conocemos, él al menos elige a uno. La vez pasada que fui agarró al más negrito, a Edwin, pero Edwin es muy fuerte así que resistió todo el camino, lo agarró ya llegando a su casa, lo dobló como a una barajita, yo lo ví y me dió miedo, y más conociendo quien es Edwin. Sin embargo, por terca, le pedí a Rómulo que me llevara otra vez, dándomelas de guapa, y esta vez no me salvé... eligió a la mujer de los tres que fuimos y fue muy feo, les cuento:

Se dice que te puede hacer cosas terribles... cuentos tan feos que no los puedo decir en mi blog, porque mi blog es censura "A", pero todo comienza con un escalofrío, cuando lo sientes es que ya está cerca, si te hidratas bien puedes espantarlo, pero esta vez fue inminente, no hubo gomita con electrolitos que lo espantara, me revolcó. Algunos hasta han sentido su respiración en el cuello, se va metiendo en cada músculo y los paraliza, los incrédulos le llaman calambres, pero eso es que no lo han vivido de cerquita. A mí, cuando me empezaron los escalofríos, sobretodo porque ya estaba "dateada", empezó la lucha interna: -No me vas agarrar, - Sí puedo, -Otra subidita más y agarró fuerza en el planito, - Vamos! ya sobreviviste una vez, -No me va a agarrar, etc ... funciona, pero no puedes bajar la guardia porque te termina agarrando.

Salimos de San Antonio de Los Altos, como ya es costumbre, Argenis, Rómulo y yo, con una temperatura de 16ºC vía Paracotos, la ruta en total son 55 km, con un desnivel de 1700 m., la temperatura máxima fue de 40ºC. Es la misma ruta ida y vuelta, al llegar al pueblo de Paracotos teníamos 27 km recorridos y casi todo fue bajada. La bajada hacia Paracotos, es un descenso bastante largo, parte de asfalto, parte cemento rayado y gran parte tierra, aunque hoy, la tierra era polvo. La vía es ancha con muchos huecos y peraltes, y está demasiado buena para los que nos gusta bajar. Al terminar el descenso, llega a un camino de tierra donde atraviesas varios potreros, finalmente al asfalto, pasamos el Club Paracotos, y llegamos a la panadería del pueblo buscando algo de hidratación. Ahí nos conseguimos unos panitas que nos cuenta Ro que siempre están ahí para recibir a los ciclistas, pero estos son panas no son como ustedes saben quién (El Diablo).



En el descenso: Argenis, el de la izquierda y Rómulo, el de la derecha.

camino al pueblo


Panita con Argenis

Hasta aquí todo fue bonito, pero ya "ustedes saben quién" te pilla bajando, elige su presa y se dice así mismo: la agarro en la subidita. Comenzó la subida, ya por los potreros yo me sentía sin mucha fuerza... un becerrito trato de advertirme...



Pero seguí, empezaron los escalofríos, las piernas sin fuerza, en las subidas técnicas el diablo me desengachaba los zapatos de la bici, empieza el calor duro. Argenis y Ro se fueron bien adelante (-AY CHIAMO, me va encontrar solita), guapié hasta que se acabo la tierra, en el cemento agarré un segundo aire, y cuando llegamos al kiosko....




Era demasiado tarde, se me metió El Diablo: una pierna empezó a templar, la otra tiesa con estirones que no me dejaban moverla, yo apuntico de llorar (sabía que me había agarrado). Empecé a reirme (quizá por orgullo), trataba de pedir ayuda a Ro y a Genis (pero ellos no entendían entre el llanto y la risa), engachada todavía a la bici y agarrada, nada más y nada menos, que de la camioneta de uno de sus seguidores. Fue horrible, pero cuando salí del trance me repuse y comí para recuperarme.


Bueno el propósito de esta salida, fue empezar a engranarnos Ro y yo como equipo para correr una carrera juntos en marzo (www.elretodelquetzal.com). Así que toda la bajada hicimos el simulacro de un descenso de alguna etapa de EL RETO, el me iba avisando los huecos y obstáculos, y yo pues concentrada, sólo le gritaba cuando se me alejaba mucho para que bajara el paso. Para mí, bajamos durísimo y súper fluido.... por lo que el simulacro estuvo bueno. Se sabe que en un equipo, el ritmo lo marca el más lento. En nuestro equipo hay mucha diferencia entre la velocidad en la que puede ir él y la mía, así que también practicamos cómo contrarrestar esto en las subidas. Está fue una de las técnicas que usamos y así compensamos....


Foto de Argenis Rodríguez

El propósito se cumplió, y el tiempo estipulado para toda la ruta también, la meta era bajar las 5 horas (hicimos 4:47 con paradas y todo). Gracias a Ro y al Genis que me ayudaron con El Diablo y a llegar bien. Estrené zapatos y ruedita del descarrilador con dientes.


























¡Feliz vida y a rodar!
L.A.