sábado, 30 de marzo de 2013

EL DIQUE

En plena sequía y Semana Santa, no nos esperábamos encontrar La Panamericana mojada y la lluvia de esta mañana en San Antonio. Nos encontramos Rómulo y yo con Pirata en la panadería de San Antonio y entre sacar plata y desayunar un sandwich de "pan de a locha"con llovizna. Arrancamos a las 7:30 am, sin lluvia, vía San Pedro de Los Altos en donde nos encontraríamos con Luis Carmona.

Pero como la hora de encuentro era a las 8:00 y el Pirata es bien puntual, montó una estrategia para llegar a tiempo hasta San Pedro, cada dos minutos se turnarían la punta entre Rómulo y él y yo chupando rueda atrás. Arrancamos duro, hasta Los Teques yo pegada a la rueda de Pira y él pedaleando en bajada. Desde Los Teques hasta el punto de encuentro, montamos el ritmo cual lo acordado. Ibamos duro, a ritmo, hasta que grité: ¡VOY A VOMITAR! y se deshizo la línea. Toda la sangre estaba en las piernas y el sandwich de "pan de a locha" en forma de bolo alimenticio comenzaba a no encontrar lugar en una digestión paralizada. Así que le dimos normal hasta San Pedro, pero como ya faltaban pocas curvas, logramos llegar a las 8:04, el Pirata contento y el bolo saltando.

En San Pedro nos esperaban Luis, con dos de sus amigos, Carlos Rivero y Jonathan Araujo. Fue así como me encontraba yo con 5 tipos duros camino al dique de Agua Fría. Menos mal que todos estaban "paseando" porque yo fui a mi ritmo de carrera todo el "paseito".


Carlos Rivero, Luis Carmona y Jonathan Araujo (de izquierda a derecha, en San Pedro)




Pira y Ro, en San Pedro




Fuimos hasta La Barrica por una ruta nueva para mí (inclusive para los sanantoñeros Pira y Ro). A lo largo de esta ruta encuentras sembradíos de lado y lado, cruzamos cuatro riachuelos (quedamos con los pies mojados el resto del recorrido), una subida técnica y caminos de tierra con hileras de pino de un lado y matas de cambures del otro, súper bonito. Lástima que no pude tomar fotos para que no me dejaran atrás en el paseito de estos locos.

Luego caímos en la ruta convencional, seguimos subiendo y luego tuvimos que parar porque la bici de Jonathan tuvo desperfectos mecánicos. Seguimos hasta La Barrica, donde nos comimos los tamales impelables. Mientras tanto Jonathan seguía arreglando su bici, arrancamos vía el Embalse de Agua Fría (Dique) y aunque Rómulo me esperaba y me cortaba el viento, se me hizo larguísima.

En La Barrica



Tamales en La Barrica
Jonathan arreglando su bicicleta en La Barrica

Llegamos al Dique y volvimos a comer algo, seguimos por una carretera que antes tenía dificultad, pero ahora está aplanada. También se me hizo eterna. Cuando llegamos al asfalto fue un alivio.
El Dique



Nos tomamos un cafecito con ponque en Pozo de Rosas y todos en consenso llegaron a una conclusión y es que al parecer necesito pedales ortopédicos, mis pies van en diagonal sobre el pedal pero paralelos entre ellos y así pedaleo. Así que trataré de corregir esa mala postura sobre la bici. Para eso me recomendaron volver a pedales Shimano que fijan más la posición del pie sobre el pedal (por su puesto, me agarraron de chalequeo, antes de sugerir pedales algunos proponían ajustar los tobillos con llave allen o enderezar la rodilla con una mandarria).

En Pozo de Rosas, consenso (¿le damos con la mandarria?).
Bajamos hasta San Pedro y luego duro hasta Los Teques, también chupando rueda y protegida por los muchachos, ahí nos separamos de nuevo de los otros tres. La subida del Tambor estuvo fácil para lo que sufrí en los últimos kilómetros de La Panamericana hasta San Antonio, donde ya venía agotada, pero pensando en una cachapa que me prometieron en San Pedro. Usé eso de motivación para poder pedalear esos últimos kilómetros de los 90 de hoy, con Pirata cortándome el viento y Rómulo cuidándome atrás llegamos por fin a esas cachapas que me supieron a gloria.

Lo que hicimos fue comer pero como fueron 5 horas y pico pedaleando, no fue mucha comida después de todo. Yo llegué cansada, con las piernas adoloridas, las manos dormidas, con mucha sed, pero contenta de haber hecho esta ruta larga a un ritmo más duro que el mío y de haberla pasado tan bien.








Felices pascua y a rodar,

L.A.

viernes, 29 de marzo de 2013

La Conejera y el K2

Hoy nos encontraríamos en una panadería de San Antonio de Los Altos como ya es costumbre, pero todas estaban cerradas, así que nos fuimos sin minilunch por ahí pa'rriba. Salimos Carlos Aponte, Pirata, Simón (de 15 años), Rómulo y yo. Nos encontramos en Club de Campo con Luis Carmona y Jesenia, 7 en total.

Decididos a entrompar La Conejera, esta vez en el sentido convencional, y después ...lo que salga. Estos bichos empezando, ya en la subida de Club de Campo iban duro, sin previo aviso ni calentamiento, así que ahí pensé: no va a estar fácil.

Nos encontramos otro grupo grande de ciclistas en la entrada de la ruta (entre los que estaban los amigos del Team Hiram, Alvaro y Elizabeth). Después de saludar, arrancamos.

Pirata, Rómulo y Jesenia de por sí bajan duro, y en el patio de su casa (ruta sanantoñera que han hecho montones de veces) más, Simón va por el mismo camino. Yo a pesar de que he ido con el Team (antes no bajaba como ahora y además si esta es mi tercera vez en La Conejera, es mucho) bajé reconociendo y sacando las dificultades pelo a pelo. Me fue bien, logré sacar la bajada por primera vez lisa (sin poner el pie en el piso).

Esta ruta después de la primera bajada técnica desde la antena se caracteriza por un sigletrack que bordea la montaña. En está parte iba rezando, porque si te caes para el lado derecho tienes barranco, y es muy probable porque el camino es bastante estrecho y tiene una que otra curvita técnica. Así que ahí, me fui nombrando a todos los santos que me sabía...y ruega por nosotros! .... De hecho mi equipo para mi próxima carrera, Luis Carmona, estaba estrenando bici rin 29 y desacostumbrado al tamaño se fue pa'baaaajo. Yo no lo ví, pero Aponte que iba atrás sí y que fue feo, pero menos mal solo resultaron raspones.

Seguimos por un sigletrack pero ya dentro de la montaña, con algunos chinchorros. Luego comienza una subida bien empinada con unas curvas en la cual caminé varias veces y en las que lograba pedalear iba a mil pulsaciones.

Luego más sigletrack y más subidas pero normales, hasta que llegamos al punto de inicio. Donde todos me esperaban para dar una segunda vuelta... Ahí ciertamente, arrugué, me había sentido bien en la primera Conejera pero la segunda vuelta la iba a sufrir mucho, además yo hoy lo que quería era disfrutar.

Esta vez como iban paseando desistieron de la segunda vuelta y nos fuimos para otra ruta, el K2 (menos Luis Carmona que se tuvo que ir). La subida al K2 es fuerte, así que en algunas partes también la caminé. Pero la bajada... es una montaña rusa. Como había mucho polvo y tierra suelta, en una de las primeras bajadas a Aponte se le enterró la rueda delantera y voló literalmente por los aires, yo lo ví clarito y me asusté, pero cayó no se cómo que solo obtuvo raspones también.

Seguimos y eso era tobogán tras tobogán, bien marcada la línea de tantas bicis que han pasado y por la sequía. Así que sin pensarlo me fui detrás de Simón. El último, lo sentí tal cual esos toboganes verticales de los parques de agua, con la misma sensación en la barriga. Llegué pegando gritos y Jesenia, Simón, Pirata y Ro me chocaron las manos. Atrás mío llegó Aponte con esa misma sonrisa de bajarse de una montaña rusa.

¡Buenas noches y mañana a rodar!

L.A.





Luis Carmona (estrenando bici 29´)


Rómulo y Jesenia


Nos encontramos con Alvaro y Elizabeth


Pirata en La Conejera


A Ro se le rajó un caucho, ahí estaba tratando de que sellara con el líquido del tubeless


Jesenia y Simón, reponiendo fuerzas.




al lado mío: Aponte, Pirata, Jesenia y Ro en el final de la ruta

jueves, 28 de marzo de 2013

Lomas de Níquel con el Team

Hoy salí en ruta con los de mi equipo, Pan de Azúcar Bike Team, nos encontramos en San Antonio de Los Altos y nos fuimos en caravana hasta las Lomas de Níquel. Haciendo una parada técnica por unas arepitas que quemaríamos por completo más adelante.

Dejamos los carros al comienzo de la subida. Y pronto nos preparamos para empezar a pedalear, una vez listo el equipo, comenzamos.

La ruta es noble porque las primeras curvas son unos falsos planos que te permite entrar en calor. Pero después de unas pocas curvas, solo subida tras subida es lo único que se consigue.

El grupo estuvo conformado por once ciclistas, de los cuales éramos dos mujeres. Jesenia Santi tiene desde que era una chamita de alrededor de 12 años con el Team y metida de lleno en el ciclismo, es todo un ejemplo de constancia y dedicación. Ya tiene casi 19 años pero muchos kilómetros encima, así que aprendo de ella cada vez que puedo.

Jorge, Claudio, Juancho, Nisi, Casca, Hiram, Simón y dos invitados panitas, Beto y Freddy era el resto del pelotón, a pesar de que la ruta es fresca y salimos temprano, subiendo se nos recalentaron los motores a más de uno. Subimos a ritmo duro, de ese que no te permite hablar, constantes hasta el mirador.

El mirador marca casi 15km de asfalto sabrosos, rodeado de montañas, con bella vista, poca afluencia de vehículos y simplemente te sientes metido en una etapa de "Le Tour", es súper bonito. Después de una parada en el mirador, para reagrupar al Team y tomar algunas fotos, seguimos alrededor de 6km más de bajada y chichorros hasta un embalse (los hombres se dieron tabla) y luego unas cuantas curvas en subidas muy empinadas, que te agarran frío.

Llegamos al kiosco donde se acaba la ruta para nosotros, después de unos "frescos" y unas cuantas fotos más, todos contentos para atrás.

Esos 6 km se hacen largos en el regreso al mirador. Y del mirador para abajo pura bajada y paisaje, en donde algunos del Team llegaban a muchos más de 60km/h. Yo en cambio, bajé tranquila y sentía como el viento me bamboleaba la bici en más de una curva.

Llegamos abajo y era temprano todavía, como las 10:30 de la mañana, provocaba seguir rodando, pero hay que guardar fuerzas para las demás rutas de esta Semana Santa.



En el mirador


De izquierda a derecha: Casca, Juancho, Nisi, Beto, Jorge, Jesenia y yo


en el kiosco


Juancho





Jorge y Jesenia


Juancho, Nisi, Claudio, Jorge, yo, Jesenia y Casca (De izquierda a derecha, foto cortesía de Claudio, tomada por Beto)


En el Kiosco (Nisi, Freddy, Hiram, Simón, yo, Casca, Jorge, Juancho, Jesenia y Claudio abajo).

domingo, 17 de marzo de 2013

PRIMERA VÁLIDA

Anoche antes de dormir, arreglé todo para correr hoy la primera válida de MTB del circuito Gatorade (20 aniversario), la primera de cuatro válidas. El plan era buscar a mi suegro que me acompañaría e irme a La Hacienda Santa Teresa (Edo. Aragua, El Consejo). Pero esta mañana amanecimos con calor, el ventilador apagado y sin electricidad en la casa, que al parecer faltó también en varias zonas de la capital.

Para poder salir del estacionamiento, se necesita electricidad, para poderlo abrir manualmente hay que llamar a la Sra. conserje pero no era muy conveniente a las 5:30 de la mañana. Por tanto, Ro llamó al nuestro amigo Hermes para ver si me podía dar la cola para la carrera, y gracias a él y a Toño pude llegar antes de las 8:30 que era la hora que arrancaba la primera manga, la de los "sport".

Era un montón de corredores (alrededor de 1000), entre los que habían 60 mujeres participando, y aunque arranca cada categoría (por edades) con minutos de separación, para nosotras las mujeres que arrancamos después del batallón de hombres, a parte de la dificultad de la ruta se nos hace difícil pasar a algunos hombres que van caminando.

Dieron el conteo de salida para mi categoría Senior 2 (28 mujeres entre 26-35años) y arrancamos durísimo, ibamos juntas un grupito todo el plano, al empezar la subida me pude ir adelante, poco a poco empecé a encontrarme a las chamas de la categoría Senior 1 (eran 8 mujeres entre 16-25 años) y fui pasándolas en las primeras subidas, recuerdo un par de chamas uniformadas iguales, que fueron las últimas que pasé y que me costó mucho pasarla. Aparte tampoco quería entorpecerles el camino porque ellas también iban montadas pedaleando, pero era angosto y ya comenzábamos a tener ciclistas empujando las bicis de lado y lado.

Cuando logré pasar a todas, vino mucha más subida. Más adelante pasé a un chamo que se veía en muy buenas condiciones, me da paso, y se me pegó atrás, y empezó a pedir paso para los dos. Yo trataba de pasar por la izquierda y el pana gritaba: -POR LA IZQUIERDA, POR LA IZQUIERDA. O sí no gritaba: - MEDIO, ¡PERMISO!, VOY MONTADO. Y así yo, que casi venía sin aliento, dándole duro, pasaba y apenas sí decía: gracias, con la voz que me salía y el pasaba atrás. En el camino en lo que podía recuperar el aliento, le pregunté el nombre, cuando vi que conocía a su familia, quise decirle, pero el me hacia seña que le diera, que le diera (o más bien cállate y dale, después hablamos).

Pronto vino "la rompe cadena", es una subida de arena casi vertical, en la que todos hasta los más duros, cargan su bici y la suben caminando, lo bueno es que marcó la última subida fuerte del recorrido. Luego encontré varias subidas pero ya más despejadas de ciclistas y menos técnica, y seguido de eso unos chinchorros. Cuando comenzó la bajada todavía tenía al pana atrás, bajó conmigo todo el recorrido y le gritó a más de uno "permiso" de forma contundente, porque se apartaban.

Cuando llegamos al plano, llegué con mucha fuerza, rematé duro y en bailarina hasta llegar a la meta. Le di muchas gracias al chamo, que luego me cuenta, que salió a destiempo de la categoría que le correspondía y por eso se quedó atrás de mí ayudándome a abrir paso. El nombre es: Juan Guia, qué suerte encontrar gente pana en el camino, le dije por fin que yo conocía a su familia, y le di nuevamente las gracias. Luego me enteré por la hermana que con un número de alguien volvió a salir en la segunda manga con los expertos y los élites.

Me fue fino y a pesar de que todavía estoy mentalmente cansada de la semana pasada, todo salió bien y pude lograr el primer lugar de la categoría y de la general. Me dieron un trofeo súper fino, una biela de plástico, muy bien diseñada, y 300 Bs en la tienda de Gigi (Windcenter).

En la foto: el segundo lugar Carla Odreman y Jesús Marin el animador.




Hablando de Gigi, lamentablemente este viernes un grupo de 20 ciclistas (entre los que estaba Gigi) fueron asaltados en una de las rutas más conocidas del municipio El Hatillo, "Los Paulinos", incluso unos de ellos fue herido de bala en una pierna (gracias a Dios se encuentra bien), por tanto cientos de ciclistas de las zonas aledañas, participaron en una protesta para reclamar el derecho que tenemos todos, y llamar la atención de las autoridades para reforzar la seguridad.



El municipio El Hatillo, es el más "seguro" y con más rutas variadas que tenemos en la capital para rodar, esperemos que se logre respuesta y seguimiento de está situación, por lo pronto el llamado de atención se realizó. Mientras yo estaba en la carrera Rómulo estaba participando en la protesta.


¡SEGURIDAD PARA LOS CICLISTAS y a rodar!
L.A.



Jorge, Luis y Pirata en la llegada de la segunda manga, la de los expertos

El Guille por salir



Miranda, hija de dos panas ciclistas
Con Alberto!
El ahijado



domingo, 10 de marzo de 2013

IV Etapa de El Reto del Quetzal

Ayer en la premiación, cuando estábamos en el podio nos dijeron por micrófono que íbamos a ser los padrinos de Angelito. Se podrán imaginar nuestra emoción, no cabíamos en nosotros. Bueno les cuento la última etapa:

La salida de hoy fue en la plaza central de la ciudad de Xela, una hermosa ciudad. Fue mágica, todos contentos porque ya era la última. Además filmaron un "Harlem Shake" los de la organización de la salida y a pesar de que todos estábamos temblando de frío, nos llenamos de flow bailando.

La salida fue controlada, hasta 2 km de la plaza. Comenzó subiendo en asfalto pero pronto conectamos con carretera de tierra. Pura subida como por casi dos horas.

Yo comencé con ganas de vomitar, de tantos power gel que he consumido durante toda la carrera, tengo el estomago malo. Y además se me ocurrió desayunar panquecas con omelet y no se digirieron nada.

Arrancamos y terminamos como si fuera el primer día. Es decir, dándolo todo, sin pensar en el tiempo de ventaja que le habíamos sacado a los otros equipos durante las etapas anteriores.

Ro sabía que teníamos que apretar subiendo, porque la bajada era muy riesgosa y técnica. Así que me presionó a llevar un buen ritmo la primera parte, y así lo hicimos.

El camino fue largo, y pasamos por todo tipo de terrenos. Cuando comenzamos a bajar, no fue lo más fácil, hubo mucho que pedalear y mucho que maniobrar.

Durante los primeros singletrack, atravesábamos sembradíos de flores bellísimos de todos los colores. Y como Ro me notó tensa, me empezó a silbar el soundtrack de un video de bici que nos encanta y me ayudó mucho a soltarme.

Cuando llegamos por fin a la temida bajada de piedras (peñones más bien) yo sicológicamente ya me predispuse. Todos los años alguien cobra ahí, feo (el año pasado tuvieron que rescatar a Amilcar que ni siquiera podían sacarlo por donde estaba) y este año no fue la excepción, la gringa de otro equipo mixto se abrió la pierna, tuvo que llegar en carro a la meta y le tuvieron que agarrar puntos.

Así que yo no quería arriesgar, además venía muy cansada y eso me ponía torpe. Llegó un punto en el que sin bajarme de la bici, iba bajando y llorando. Hasta que Ro me dio paso, y empecé a bajar adelante yo, eso me ayudo a concentrarme más. Cuando se acabó esa bajada, mi alivio no fue normal, la detesté.

Luego venían pocos kilómetros de asfalto, que me ayudaron a al menos estirar la espalda en la bajada de asfalto. Y de nuevo carretera de piedra y tierra.

En una de esas se me sale la cadena y en lo que la estoy arreglando, escucho la voz de un chamo que habla siempre como acelerado (Daniel), que llevaba el segundo lugar en equipo mixto. Él y su dupla (La pichi, reconocida ciclista guatemalteca) nos habían alcanzado. En las anteriores etapa no nos habían alcanzado antes. Eso para mí fue como el sonar de un reloj despertador, active energías que ya no tenía, y la adrenalina hizo de las suyas.

Ni volteé a ver a Ro, pero no hacía falta. Antes de eso el estaba tratando de apurarme pero yo ya venía apagándome del cansancio. Ya teníamos suficiente tiempo acumulado de colchón de las otras etapas, pero no quería ganar El Reto sin ganar la última etapa. Así que a darle duro, literalmente dejé el resto. En cada repechito subía en bailarina y emplatonada para no perder impulso y pedaleaba en las bajadas.

Pasamos dos puentes colgantes, increíbles. Estaba tan agotada, que ni me dio vértigo (pero Nisi se hubiera muerto ahí), cada vez más duro le daba. Y cuando vino un "hike a Bike" ya no tenía mucha fuerza.

Así que vino mi Merotataskan (muñecote en el dialecto de aquí) y cargo mi bici también, menos mal, ya yo venía doblada y con las pulsaciones a mil.

Otro singletrack y otro y otro... y no llegábamos nunca. Hasta que por fin, llegamos al asfalto y atravesamos unas calles del pueblos y una carretera asfaltada para llegar, la gente gritaba pero yo ya ni volteaba. En esta parte íbamos como si el diablo nos viniera siguiendo. Y con todo y eso Ro me decía: ¡VAMOS LIGI!, ¡DURO! ¡VAMOS DALE!

Hasta que ... ¡LLEGAMOS! ... Sanos y salvos a la meta, gracias a Dios. Nos abrazamos y lloré cual Magdalena. Pero es que conchale, eran muchas emociones.

Logramos el primer lugar en la categoría y una satisfacción tremenda. Muchísimas gracias por cada comentario, palabra de aliento, por cada oración y por acompañarnos en esta meta cumplida.

De premio, nos dieron unos maillots bellos, unos trofeos y la inscripción gratis para el año que viene.

La carrera más que recomendada, la organización impecable, el costo-beneficio está excelente, el ambiente es lo mejor de la carrera. Y la experiencia de recorrer Guatemala haciendo lo que más nos gusta, fue increíble.

A mi compañero de equipo: GRACIAS MIL, te amo y aprendí muchísimo.

¡Feliz vida y a rodar!
L.A.






















sábado, 9 de marzo de 2013

III Etapa de El Reto del Quetzal

Tercera etapa ... ¡LISTA! ... Por Angelito

Este año El Reto tuvo un cambio, la tercera etapa comenzó del otro lado del lago Atitlán. Nos convocaron a todos los competidores en el muelle a las 6:30. Ya listos con la bicis, todos esperamos nuestro ferry que nos llevó al otro lado del lago, con frío y una bella vista del lago transparente y rodeado de volcanes. Nos fuimos hablando con los ticos (unos viejos de Costa Rica, viejos de edad no de mente) que han corrido 5 veces El Reto y 14 veces La Ruta (carrera de MTB emblemática de Costa Rica por etapas). Este equipo de ticos tienen demasiada buena actitud y con eso logran terminar cada etapa.

Llegamos, bajamos las bicis y caminamos alrededor de 600mts a donde fue la salida a las 8:00am. Arrancamos adelante con nuestros maillots de líderes (¡eeesoooooo!). Comenzó con una carretera de tierra, como 4 curvas planas y luego subida. Pedaleamos duro toda la tierra pero pronto empezó la carretera empedrada, de una inclinación pronunciada (bien arrecha) y ahí empezó la procesión, todos a bajarse de las bicis y a empezar a caminar empujándolas.

Yo solo veía el piso y me concentraba para llevarle el paso al pataslargas de Rómulo. Y nunca se me va olvidar el sonido de los clicks (zapatos de ciclismo) chocando contra las rocas, parecíamos soldados, o más bien una procesión silenciosa cada uno cargando su cruz y su bendición (su bicicleta). Ro solo volteaba para preguntar:- ¿Estas bien? Y yo: si. Y seguíamos el ritmo.

Cuando llegamos arriba, el lago se veía espectacular. Y empezamos a pedalear, casi todo el recorrido fue subiendo por carreteras de tierra y otras pocas asfaltadas y muchas otras más eran técnicas.

Pero lo que estuvo muy duro para mi fueron los "hike bike". El segundo (aparte del de la salida) después de un descenso de singletrack fino, fue corto pero intenso porque toda la primera parte había que cargar la bici por los escalones naturales, no la podías empujar. En las partes que se podía empujar, Ro me ayudaba con la cuerda y los dos íbamos empujando pero así yo hacia menos fuerza. Era difícil seguirle el paso.

Luego a rodar de nuevo por muchos kilómetros de subida, que la verdad nos rindieron bien. Atravesamos caseríos y a parte de: Á-NI-MO, se oían también: ANIMO AMIGO CICLISTA. Qué bonito como todos se asoman a vernos pasar, algunos hasta con matracas.

Rómulo me iba dando instrucciones antes de llegar a los PC, y cuando llegábamos, cada quien hacia algo y salíamos rápido, y siempre pasábamos gente en cada PC.

La peor parte para mí, fue el último "hike a Bike" (ellos le llaman así, es escalar caminado una montaña cargando tu bici). Fue como subir Sabas Nieves con la Era al lomo. Ro me ayudaba con la cuerdita, pero eso implicaba ir al ritmo del pataslargas ese. Había momentos que hasta yo me guindaba de la bici, sin querer. Le decía: -baja el paso. Respondía: - OK y al ratico yo guindada otra vez.

Me metí como mil power gel hoy, ya no los quiero ni ver. Pero igual después del PC 3 me ponía a llorar del cansancio, Ro me decía, - qué te pasa.... -¡nada! Y luego: sí! ¡Necesito un abrazo! Y ese fue el mejor power gel. Pude continuar tranquila.

Singletrack bellísimo rodeados de pinos durante kilómetros (se parecía a la USB), y ahí pasaba unas partes peluísimas y en otras gafas, me caía, ya del cansancio (solo morados). Luego lo comencé a disfrutar, muchos codos, rocas y entre pinos, bellísimo.

Cuando por fin llegamos a la carretera plana de tierra ancha que te lleva a la ciudad, ambos hicimos pipí por ahí y le dimos durísimo, dejando el resto. Llegamos a 30 y pico km/h de velocidad, eran 6km, que se hicieron cortos y con mucho viento. Ro me llevaba enganchada y yo pedaleando emplatonada con todo. Ni podía ver qué había adelante, solo confiaba.

Hasta que...¡ LLEGAMOS! de primeros en la categoría y quedamos mejor posicionados en la general. Un mexicano nos llama: La guerrera y la locomotora diésel.

Gracias por sus buenas energías, esta etapa se la dedicamos a Ángel Sierra Vaamonde, que acaba de nacer.

Mañana, la última, tocará hacerla inteligentemente. Y hoy a ponernos Dencorub para amanecer bien mañana.

L.A.









viernes, 8 de marzo de 2013

II Etapa de El Reto del Quetzal 2013

La etapa de hoy se me hizo demás de larga, arrancamos con mucho frío desde antigua. El cielo estaba azulito y unas nubes blancas ligeras que parecían dibujadas.

Arrancamos con unos maillots de líderes de la categoría bien bonitos que nos dió la organización y adelantes. La salida fue controlada por la motos y la salida oficial como a 5km de la plaza.

La etapa comenzó subiendo, en caminos de tierra, para resumir porque me tengo que ir a dormir para mañana, a lo largo de todo el camino los paisajes fueron espectaculares, muchos sembradíos cruzamos. Las zanahorias eran enormes, los agricultores trabajando, mujeres cargando la cosecha en la cabeza. De pronto en medio de un singletrack una mula cargada con leña. Y lo más bonito: muchos niños de los pueblos, chocandote las manos, gritando: ÁNIMO, o ayudandote con las bicicletas.

En una de esas le preguntaron a Ro, que venía adelante: ¿cómo te llamás? ... Y gritaban: ROMULO! ROMULO! ... Y luego a mí: ¿Cómo te llamás? .... Hicieron un silencio y luego empezaron .... LIGIS! LIGIS! ... jajajajajaj te llenaba de flow

Durante casi toda la primera mitad del recorrido, en todas las subidas Ro me impulsó con la cadena, y me llevaba a tope. Cuando había que caminar, llevaba mi bici y la de él. Los competidores mexicanos se asombraban con el Meromacho, y los chapines le dicen: SOS UNA LOCOMOTORA ROMULO!

A mí a partir del PC2 (punto de control 2 a 50km) me empezaron los calambres duros, con la suerte que ya cerca del Punto de Control, así que me atendió una bombera que me dio unos masajes que me ayudaron mucho. Y llegando al PC3 km 70, me dieron calambres peores y habían dos bomberos que se parecían igualitos a unos "umpa lumpas" y como eran tan bajitos, cada uno me agarro un muslo que se veían inmensos en las manos de ellos ... Y pues pude continuar gracias a los umpa lumpas.

Muy técnica la etapa, muchos singletrack (parecida la ruta a La Conejera pero larguísima) y al final atravesamos un barrio y bajamos por los estrechos caminos de las escaleras, que si alguien salía de sus casa, nos lo llevábamos.

Llegamos de primeros en la categoría felizmente, la de mañana es la más dura. Manden mucho flow. Me voy a dormir, mucho calor y polvo toda la etapa, hicimos 7:14, fueron muy fuertes.

Hasta mañana y a rodar!

L.A.








jueves, 7 de marzo de 2013

Primera etapa de El Reto del Quetzal

Esta mañana ya no había papel toalet en la habitación del Hotel, entre Rómulo y yo nos lo terminamos, pero al menos para mí es normal antes de las carreras.

Lo bonito fue que en una de esas Ro salió del baño con el IPad y un video para que lo viera antes de comenzar la primera etapa... Es un video que hemos visto montones de veces y que nos ha inspirado en montones de ocasiones. Eso, me cargó de flow.

Desayunamos con un tico simpático que corre en mixto también con una francesa, y luego buscamos las bicis y salimos el grupete (Luis, Morris, Paco y nosotros) rodando juntos a la finca donde se realizó la primera etapa, íbamos lento y apenas si calentamos, el clima estaba frío.

Ya estaba todo montado, apenas llegamos nos reconoció una venezolana que lleva la revista "BICI MOTO" junto a su esposo aquí en Guatemala, la conocimos el año pasado, y por su puesto por ser compatriotas nos tomó mil fotos, habrá que buscar la revista luego.

Al poco tiempo entre saludar a la gente, ya nos llamaron para la fila de registro, salimos adelante de otro equipo mixto de gringos, muy agradables. En la salida estaban los Lavagnino (familia de Paco, Roxana y sus tres hijos) que nos daban ánimo y nos tomaron fotos también.

Comenzaron los nervios, ya habíamos definido el día anterior una estrategia, cada minuto y medio salía un equipo. Hasta que fue nuestro turno.

Nos dimos un besito de la suerte y ¡PLOMO!, arrancamos duros pero todavía fríos y con el corazón saliéndose, a las pocas curvas ya agarramos mínimo. Y Rómulo me pasó la cadena de perro, la sujeté a mi bici, y seguimos. Me ayudó muchísimo a mantener un ritmo, me daba impulso y pronto íbamos muy bien durante toda la subida, incluso en las partes técnicas. Igual fui a un ritmo tope, dándole a lo que podía.

Al llegar a los chinchorros (subidas y bajadas cortas) despegamos la cadena... Y fue ahí que me di cuenta que no me podía poner derecha de dolor en la barriga, nada más me había pasado corriendo, pero nunca rodando (es la sensación que llamamos cuando te duele el bazo), bueno pero en la bajada se me fue quitando.

Un poco antes de la última subida le pedí ayuda a Ro, porque esa sensación me tenía tiesa, pero igual siempre pedaleando duro a lo que daba, el me empujó un poco con su mano y comenzó la bajada.

Les digo, la verdad es que ayer practicando la ruta, bajé mucho mejor. Esta vez bajé un poco más lento pero más controlado. Solo no me salieron 2 codos, inclusive se me salió la cadena en uno de esos, pero la metí rápido y seguimos.

Como hacía frío, se me aflojó la nariz, y como había tanto polvo y yo iba detrás de Ro, se me empanizó la cara, bien bello.

Pica, escalón, hueco, codo, roca, me iba avisando Ro, y en general fluimos muy bien hasta conectar con la carretera. Yo iba gritando: VOY, VOY, solo para que el no tuviera que voltear a ver si yo venía.

Al llegar a la carretera, me pasó la cadena de perro otra vez, enganchamos y pedaleamos duro durante un kilometro de falso plano hasta la meta.

De 5 equipos mixtos, logramos el mejor tiempo. Así que estamos muy contentos, por este buen comienzo. Sin embargo, la etapa de hoy no tiene nada que ver con la etapa de mañana de 90km, mañana es que realmente comienza la carrera.

Más tarde iremos a la cena de premiación donde disfrutaremos de una pastica y un podio (¡yuhuuuuuuuu!). Mañana les contaré que tal la etapa 2. Ahora estamos en un café después de un buen almuerzo y unos masajes de recuperación.

Mañana salimos hacia Panajachel, buenas noche y a rodar,

L.A.