lunes, 24 de junio de 2013

FLORES DE EL JARILLO

Entre flores y moscas hoy despertamos todavía en El Jarillo (nuestro pueblo preferido, pues ahí nos casamos Rómulo y yo en el 2011), no rodamos como estaba previsto, pues Ro hoy amaneció con malestar de gripe pero sí pude deleitarme del clima y la vegetación de este lindo lugar.


No tuve que andar mucho para tomarle fotos a toda la variedad de angiospermas que rodeaban el lugar donde pasamos la noche. Algunas flores muy comunes y otras increíblemente raras. En estas tierras fértiles, hasta el monte que rodea la carretera está hermosamente adornado con flores. No en vano a este pueblo de noche se le iluminan las montañas con los cultivos de rosales prendidos. Cada porche de las casas, parece dibujado. Los feligreses, llenan la iglesia de flores, y en fiestas religiosas, aún más. También por su puesto, hay mucha variedad de pájaros y colibríes (me acordé del amigo Pepe, ppdopico.com, quien siempre anda cazándolos con la cámara) yo no tuve la suerte de fotografiarlos pero sí logré captar una pequeña muestra de las flores que decoraban nuestro entorno de este fin de semana.


Pareciera que cada una tuviera una personalidad, yo podría ponerle nombres de amigas o de gente conocida a cada una, bueno pero mejor, les cuento cómo me las imagino yo (cada quién se las imaginará distinto)...



Unas adolecentes un poco tímidas por eso van en grupo, siempre cuchicheando y chismeando


alguien le marchitó el corazón, pero ya se está reponiendo


Elegante y glamorosa


Alegres, se dejan llenar de "flow" y empujar por el viento


Te recibe con los brazos abiertos, tiene mucho cariño para dar.


Siempre quejándose como las viejas amargadas


"coqueta" y pana


Pendientes de lo que pasa a su alrededor


Buena con todo el mundo


Con personalidad, atrevida


Exótica, rara, no se siente de ese lugar


Única


Estas son bonchonas, no paran de bailar con el viento, y siempre dejan que las abejas le calienten las orejas


Honestas (estas en especial me encantan, me traen buenos recuerdos)


No soy flor, pero doy buena suerte


Como este capítulo es de flores quiero agregar este fragmento de El Principito cuando vio al jardín de rosas:
"Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer indudablemente que mi rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas ) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.

Y volvió con el zorro:

- Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple : no se ve bien sino con el corazón; lo esencial es invisible para los ojos.

-Lo esencial es invisible para los ojos -repitió el principito para acordarse.
-Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella."


Buena suerte a todos y a rodar,

L.A.

Jarilleando II

Ayer salí con puros duros, hicimos una ruta que a pesar de ser de tierra recorres largas distancias, La Rasante.

Esta fue una de las primeras rutas del Blog. Salimos del pueblo de El Jarillo, donde nos encontramos Ro y yo con Chaning, Jay y Edwin. Salimos con mucho frío, en busca de Pirata (la leyenda) quien se vino rodando desde San Antonio de Los Altos hacia nosotros. Llegamos al Dique de Agua Fría y seguimos por la Rasante (la de arriba, la de la Virgen). La Rasante es una carretera ancha de tierra, de superficie irregular, con algunos huecos, zanjas, y depende de la época, barro.

La empezamos subiendo, íbamos en grupo, a veces me quedaba rezagada pero pronto ellos bajaban el paso y los alcanzaba. En eso, Edwin pinchó (espichó el caucho porque un Mr Tuffy viejo le fisuró la tripa) pero Edwin repara rapidísimo y seguimos en compañía de un perro que pasamos kilómetros atrás pero con la parada del pinchazo nos alcanzó.

Cuando en una curva nos encontramos con Alberto Dos Ramos y sus amigos, y mientras los convencíamos que se vinieran con nosotros a encontrar a Pirata, llegó Pira. Justo nos encontramos en el punto más alto, porque tanto para ellos como para nosotros que veníamos en sentido contrario se acababa la subida. Decidimos nosotros dar vuelta y bajar de nuevo hacia el Dique, por su puesto, con todos los que yo andaba y Alberto igualmente, se destacan por bajar rápido, así que se podrán imaginar como bajan cuando están juntos ... "como alma que lleva el diablo".

Cuando llegue al Dique, yo y más atrás los amigos de Alberto, comimos algo y bajamos por unas escaleritas y trochas que conoce Alberto, súper finas, y yo emocionada porque las saqué todas a pesar de que el piso estaba húmedo.


Caímos en la Rasante (la de abajo, que cae en el Puesto de Guardaparques) y nos fuimos en grupo hasta La Barrica. Ro tratando de enseñarme mañas para evadir charcos, pero iba muy rápido podía seguirlo pero al rato ya me las perdía. Hasta que llegamos a La Barrica por los tradicionales tamales con queso, que son exquisitos. Después de un rato de comer y compartir ahí, nos separamos de Alberto y sus amigos y nosotros llegamos de nuevo a La Rasante de arriba para llegar de nuevo a El Dique. Esta vez íbamos a un buen ritmo, que traté de seguir, y al llegar a la bajada ... carrera entre ellos... como alma que lleva el diablo otra vez.

Yo venía congelándome esa última bajada contamos con un clima nublado y frío toda la rodada. Nos quedamos un rato disfrutando la vista desde El Dique ya que marcaba casi el final de la rodada, solo nos quedaba volver a El Jarillo donde dejamos los carros. Solo que los carros estaban al final de una subida como de 500m casi vertical (30% de pendiente) pero al llegar, Ro sacó unas cervecitas frías para cerrar con broche de oro la buena rueda de ayer.

Y para rematar, comimos parrillita para reponer energías después de 55km (en plena parrilla una explosión asustó al parrillero Chaning, el caucho de Pirata, menos mal que no fue en plena bajada).

Feliz vida y a rodar,

L.A.

Ro, Jay y Chaning, comenzando la ruta (Dique 1)


El Embalse de Agua Fría (mejor conocido como El Dique)


Pinchazo de Edwin


Compañero de camino




En La Barrica


En La Barrica, parada por tamales


entre La Barrica y la entrada de La Rasante (la de arriba)


Chaning, yo, Ro, Edwin, Pirata y Jay (De izquierda a derecha)




¡LLEGAMOS!


domingo, 16 de junio de 2013

LA CONEJERA PA´TRAS Y PA´LANTE, con Pan de Azúcar Bike Team

En realidad no fue solo la ruta llamada La Conejera, fueron varias rutas ayer, les cuento:

Ayer salímos Rómulo y yo de la casa con las bicicletas en el techo del carro, y llegamos a una de las panaderías sanantoñeras, como ya es tradición para nosotros, antes de cualquier ruta por allá. Después de nuestro café y cachito respectivo, cada quien agarró su rumbo. Él se fue con Pirata, Jay, Rodrigo, Chaning y Beto para la ruta de Paracotos. Yo en cambio, no quería buscar lo que no se me ha perdido (al diablo, y con ese grupito, ¡menos!) y me fui con el Team por unas rutas locales que no estuvieron nada fáciles.

Llegamos, a rodar cada quien una ruta.


Me encontré con Claudio, Edwin, Luis Nisi y Ricardo. Cuando los vi con sus chaquetas cortavientos, recordé haber olvidado el mío en el carro, como Edwin iba apenas por el primer cachito, me fui rápido a buscarlo a dos cuadras de esa panadería. Fue una buena decisión, el frío, varias lloviznas y hasta lluvia nos acompañaron todas las rutas.

Salí con: Gylsen, Ferreira, Ricardo, Tomas, Jorge, Edwin, Nisi y Claudio (de izquierda a derecha).



Salímos hacia Club de Campo y bajamos por ¨Las Peritas", donde nos encontramos al resto del grupo: Jorge, Luis Ferreira, Tomas y Gylsen. A Tomas y Gylsen los conocí en ese momento. Ya reunidos nos devolvimos nuevamente hacía Club de Campo, decididos a entrompar ¨La Conejera¨ pero al revés (en sentido inverso de la ruta convencional). Ya comenzando la tierra no teníamos ni 500 mts recorridos cuando Claudio pinchó su caucho trasero, no solo eso, nadie sabe cómo pero dos rayos se partieron también. Reparó con la ayuda de Jorge y Edwin y pudimos seguir, lo único malo que ahí nos enfriamos y la rodilla mía que ya la creía operativa, con el frío empezó a molestar un poco, pero al entrar en calor nuevamente se me olvidó.


Claudio pinchó (y ese tubeless seco)

La Conejera estaba bellísima, el Team (Pan de Azúcar), hizo una recolecta para limpiar la ruta, y quedó súper buena, el singletrack está bien definido, mucho más rodable y con el clima de llovizna y neblina, te sentías en una ruta de un bosque europeo, o algo así. Pero cuando empezaron los coditos (curvas cerradas), la lluvia no fue tan favorable, eso era barro profundo, y como cuando salgo con ellos suelo quedarme atrás para no atrasarlos bajando, cuando pasaba yo, ya me deslizaba como sobre un jabón, la huella de los demás quitaban la poca tracción que había. Pronto caes de nuevo en un singletrack y cruzas unos riachuelos con rocas mohosas, demasiado bonitos y aunque el barro te frena, como la ruta esta limpiecita puedes ir mucho más fluido todo el recorrido. Recuerdo haber pasado por flores hermosísimas pero me iba a quedar muy atrás si me paraba a tomarles fotos.

Yo era feliz hasta que llegamos a los singletrack que bordean las montañas, de esos que tienes precipicio de un lado y montaña del otro. Paisajes bellísimos eso sí, pero ni podía voltear mucho a verlos por temor a desconcentrarme e irme para abajo. No era la única así, atrás de mí venían Ricardo y Nisi quienes realmente sufren de vértigo, pero esto no les impide afrontarlo y pedalear guapeando. La subida de La Conejera al revés es súper empinada y técnica, aún no la he logrado. Me bajé a empujar mi bicicleta y las pocas partecitas que pedaleaba las pulsaciones como a milquinientos. Los demás subían montados, al menos más trechos que yo. Sobretodo Edwin y Jorge quienes iban liderando la salida de ayer.


Superando a la mente, Nisi y Ricardo


Claudio, Jorge, Tomas y Edwin



Conectamos con la ruta "Dora" que tiene una bajada que me encanta y ya domino (a mi velocidad). Dora, pasa un río y varias subidas, bordeos de montañas, en donde nos paramos a comer algo y es bien bonita también. Luego, nuevamente caímos en La Conejera pero esta vez la hicimos en el sentido convencional, es dura por donde le entres, pero es fina.






Al llegar arriba y estar todos reunidos, Nisi se tuvo que ir por compromisos y los demás bajamos por ¨Los Zamuros¨. Los Zamuros, es finísima, puro descenso, y ellos la hacen volando. Yo me sentí fino bajándola, tiene sus partes técnicas, a veces me salía de la línea ya marcada, sin querer, en donde se pone más "pelúa" pero rápidamente lograba entrar, con un poco de improvisación y otro poco de controlar y de entenderme con mi bicicleta (como caballo que se alebresta de repente).

Al bajar Los Zamuros, el grupo se dividió, nos despedimos de Jorge, Ferreira, Tomas y Gylsen quienes siguieron al Club campestre. Pero a los demás todavía nos faltaba la subida de ¨Las Peritas" que se hizo pesada después de todo lo que llevábamos, excepto para Edwin que estaba como si acabábamos de comenzar a rodar luego de casi 5 horas de haber salido. Ya llegando a Club de Campo veo a Rómulo de lejos quien para no esperar fastidiado en el carro (yo tenía la llave), no le importó seguir pedaleando para encontrarse con nosotros. Me dejó está marca en el piso por si no nos topábamos.





Edwin


Rómulo, Ricardo y Edwin

Después de unas cachapitas y jugos, volvimos al carro y a la casa, molidos pero contentos. Buena salida, intensa y amena, de lluvia y barro.

¡Feliz rueda y a vivir!

L.A.

lunes, 3 de junio de 2013

MARATÓN MTB COPA "ERNESTO NAVARRO"

Realmente fue un maratón, no sólo por el formato de la carrera en sí sino por el viaje que implicó para nosotros. Arrancamos desde Caracas vía Puerto La Cruz, Pirata, Rómulo y yo, el viernes por la tarde. Salimos un poco más temprano de nuestros respectivos trabajos y con las 3 bicicletas, más el equipaje, nos fuimos decididos a correr el 1º Maratón MTB Copa "Ernesto Navarro" (65km con mucho desnivel, saliendo y llegando del mismo punto, Cumanacoa, Edo. Sucre. irdesisr.com). Esta carrera fue organizada por Raúl Navarro, un ciclista de una trayectoria excepcional, quien este año representó a Venezuela en el ABSA Cape Epic (la carrera por etapas más dura del mundo en el ciclismo de montaña) y nos dejó en alto junto a su compañero sudafricano. Raúl no solo es un atleta de trayectoria también es como lo describía ayer Pirata: alguien muy espiritual. Raúl trasmite mucho como ser humano y todos nosotros lo admiramos mucho.

Llegamos a Puerto la Cruz donde nos recibió mi tía Ana Beatriz (una de las 9 hermanas de mi mamá) en su casa con mucho cariño. Y el sábado en la mañana nos encontramos con Giancarlo (Jay) y su familia quienes también llegaron el viernes en la noche a Puerto La Cruz y seguimos juntos el resto del viaje.



tía Ana Beatriz
Al llegar a Cumaná nos fuimos directo a la tienda de Marisela, TUBICI, donde saludamos a algunos amigos y duros del MTB (Mono y al Mostrico). Luego de haber comido pasta y de bastante ajetreo precarrera, por fin preparamos todo y nos relajamos para el día siguiente, donde seguía el viaje.








El Mostrico
Mostrico (José Luis Rodriguez), Mono (Rafael Garrido), Jay (Giancarlo Freytez), Tati, Rómulo, Pirata y los chamos de Jay y Tati.
Preparando todo
Desayunamos en el hotel a las 6:30am, recargando bastantes carbohidratos para lo que venía y salimos Jay, Pirata, Rómulo y yo vía Cumanacoa, que está alrededor de una hora de Cumaná. La salida de la carrera era a las 9:00am y había que llegar antes para buscar el material.

Llegamos con suficiente tiempo, para buscar el material y dar algunas vuelticas probando las bicis unos minutos antes de arrancar. Cuando llegamos nos impresionó gratamente el arco, el reloj de la salida, los toldos desplegados en la manga de coleo del pueblo, los ciclistas presentes (casi todos reconocidos) y el ambiente de la carrera en general.

Pronto inician el llamado a los corrales de salida (salimos por categorías con diferencias de segundos). Yo por primera vez corrí en categoría élite, para mi sorpresa solo éramos 3 en la categoría (las demás inscritas no aparecieron), habían varias mujeres pero en categoría master. Está carrera fue la primera copa en homenaje al hermano de Raúl, Ernesto, quien cumplía un año exacto de dejar de rodar en este mundo.

Dieron la salida, yo no llevaba ni el primer kilómetro cuando después de cruzar el primer río trate de pasar entre dos ciclistas, pedí paso pero uno de ellos se echó para el lado en el que estaba yo, chocamos. No sé bien cómo fue, pero caímos todos enredados. Yo caí con la rodilla, mi volante quedó torcido, me paré rápido a enderezar y seguí. En la siguiente curva, me coleo, derrapó y me raspo el lado izquierdo de la pierna, me había vuelto a caer a pocos metros. Me vuelvo a parar rápido, ya las dos compañeras de la categoría con quienes venía se habían ido lejos, venía una subida corta y en la bajada, siento la bicicleta demasiado inestable. Me paró por fin a revisar y mi caucho delantero había perdido líquido y presión (uso "tubeless", sin tripa) en la primera caída, por lo cual era tan difícil controlar la bici, pero yo de atorada no me había percatado.

Me paré a reparar, y menos mal, bastó solo con una bombonita de CO2, se seguía escapando un poco de aire después de agitar el caucho varias veces para que sellara, pero me monté y seguí. Para ese momento ya me había pasado hasta el perro. Yo arranqué decepcionada, pero recordé que era una carrera larga, los primeros kilómetros no definían nada. Agarré fuerza nuevamente y empecé a darle a ritmo. Me concentré en mi carrera, y poco a poco fui encontrando gente y pasando gente. No había pasado mucho tiempo del malestar de mi aparatosa salida, cuando empecé a disfrutarme la carrera de nuevo.

Muchos cruces de río definieron la ruta, subidas anchas y empinadas, muchos "singletrack", algunas bajadas técnicas, montañas, antenas, caseríos, nuevamente ríos que cruzar, también habían chinchorros (caminos con subidas y bajadas cortas) y otros ríos más. Algunos ríos se podían pasar montados, en otros me bajaba y cruzaba cargando la bici, el nivel del agua me llegó a sobrepasar la cintura. Los puntos de hidratación, eran hasta mejores que los de la carrera en Guatemala, con frutas, refrescos, agua y hasta dulces típicos (conservas de guayaba, catalinas,etc). Yo no me paraba mucho tiempo, apenas si recargaba el agua.

Seguí a mi ritmo, comía geles cada 30-45 m pero recuerdo haber agarrado un segundo aire con unas gomitas con electrolitos que me comí la segunda hora de carrera, y empecé a mejorar. Me pasó de todo en esta carrera pero me fascinó la ruta, la gente dándole a la olla para animarnos, el "¡dale catira!", la señalización y gente de la organización trancando el tráfico cuando se cruzaba una carretera, y pues todo en general.

Los últimos 10 km. para mí fueron eternos, yo como sentía que ya estaba llegando, le comenzaba a dar más duro y seguían faltando los mismos 10. Fueron planos pero dimos varias vueltas y cruzamos un río seco (y otro mojado) antes de llegar a la meta, ya yo venía con muchos calambres. Hasta que lo logré, crucé la meta y sentí el alivio de que se había acabado y la satisfacción de haberlo lograrlo. Llegué de cuarta en la general y de las tres de mi categoría, llegué de tercera. Aún así me premiaron con trofeo y metálico, fue una gran experiencia.

A los muchachos Jay y Pirata, no les fue muy bien. Giancarlo (Jay) se le clavó una espina en el caucho y después de reparar y volver a arrancar, se le volvió a espichar el caucho de nuevo, intentó reparar sin éxito, ayudó a otra competidora a reparar su caucho espichado también, y gracias a él, ella pudo seguir. Pero con el caucho de Jay, ya no había mucho que hacer, así que esperó en un punto de control para regresarse con los de la organización. Lo cual fue una lástima porque Jay tenía muchas posibilidades de que le fuera excelente en esta carrera, en los últimos meses ha mejorado su rendimiento desproporcionadamente. Al Pirata le pasó algo similar, se le espichó el caucho e intentando reparar, se le dañó el repuesto, así que también volvió en carro para la meta.

En cambio a Rómulo le fue excelente, me cuenta que no se sintió bien la primera hora de carrera, pero que después empezó a mejorar y mejorar, que incluso alcanzó a Pirata y que juntos bajaron unas picas a todo lo que daban, estilo downhilleros, uno a pocos metros del otro (tenían que ver como lo contaban usando puras onomatopeyas, - "y SAH SAH SAH bajamos"). Me decía que cuando todo el mundo empezó a sufrir, él empezó a rendir más. Logró llegar de cuarto en su categoría, a solo 3 minutos del tercero, todo un éxito para lo fuerte de la carrera y de la categoría.


Pirata y Rómulo contando cómo fue la bajada downhillera

Yo había preparado cuatro chorizos de marquesa de chocolate de diferentes tamaños, aquel que llegase primero, se llevaría el más grande, ese fue Ro. Mis felicitaciones por tan buena carrera.

El regreso fue un maratón también, mientras nos reunimos todos se hizo tarde. Arrancamos hacia Cumaná en donde buscamos a la familia de Jay, y nos echamos un chapuzón en la playa para quitarnos el barro. Seguimos hasta Puerto La Cruz, y aunque la idea original era seguir hasta Caracas, por la hora y el cansancio, dormimos en Puerto y nos regresamos esta madrugada directo a los trabajos de cada quien. Ha sido todo un maratón, sobretodo para Ro y Jay quienes manejaron todas esas horas.

La modalidad "bike marathon" me parece que se asemeja más a la vida, es una carrera larga y llena de obstáculos, donde muchas veces la mente prevalece sobre la condición física. Yo ahorita ando con rodilla inflamada pero como dicen ¨gajes del oficio".

A esperar que la rodilla este fina y luego ¡a rodar!
L.A.
raspón pierna izquiera

Rodilla derecha
En el camino de regreso a Puerto La Cruz
Cumaná