lunes, 9 de febrero de 2015

OLD MAN WINTER RALLY (100KM)

Hace como dos meses me inscribí en esta carrera-rally empujada por una tienda de bicicleta (C3 Bike Shop) que me motivó a hacerlo.  Me inscribí con la intención de mantenerme activa y motivada durante el primer invierno. Nuestro pana Konrad (polaco-gringo), se pegó también en la nota. Para ser honesta, había semanas del invierno, tan extremas, tan frías y con tanta nieve, que muchas veces pensé en arrugar, o pasarme para la ruta corta de 50 Km en vez del recorrido largo de 100 Km. Pero es típico de estas tierras, un clima volátil, bipolar, malcriado y caprichoso. Que hace lo que le da la gana y no respeta leyes, así que ayer se le antojó estar vestido de verano en invierno, como muchos otros días lo ha hecho.

Con ese clima soleado, y de calorcito, al día anteriorme me decidí correr el recorrido largo de los 100Km, en donde me había inscrito inicialmente. El día anterior nos acompañaron a buscar los materiales, Cata, Diego y Juan Jacobo, e hicimos una parte del recorrido desde el carro guiados por Juan Jacobo que se conoce bien todos esos recovecos.

Arrancó  la carrera a 18 ºC despejado y con un sol sabroso, pero como ya les dije el carácter del clima aquí hace lo que le apetece, y ayer estaba que se sacudía a todo el mundo con su fuerte viento. No un vientecito, un ventarrón arrecho, para mi lo más difícil de la carrera fue eso.

























Arrancamos Konrad y yo desde Lyons a las 10 am del 8 de febrero al primer reto deportivo del año 2015. A sabiendas de que la carrera era larga y tendida, no nos molestamos mucho por posicionarnos en la salida, además nuestra principal meta era terminarla. Konrad tiene una excelente condición física y habilidad, además de una increíble aptitud puesto que corrió con una bicicleta construida y armada por él mismo y en su casa, así como lo oyen. La única desventaja es que ésta pieza de alta calidad y desempeño, esta hecha para hacer lo que hace mejor Konrad, subir. Escalar montañas muy empinadas que rodean su casa. Por lo tanto sus velocidades son de platos pequeños, y no rinden muy bien en el plano. La carrera tenía mucho de escalada pero la mayoría era plano de carreta de asfalto y tierra. Yo en cambio corrí con una bicicleta de ruta con cauchos con tacos (tipo cyclocross) que me favoreció mucho.





En la primera recta, pensé que tenía que aprovechar el asfalto y el plano y por lo tanto conseguir un pelotoncito que me cubriera del viento, así me le fui pegando a grupitos, se me perdió Konrad y no supe si iba adelante o atrás. El viento estaba realmente fuerte. Mi primera sorpresa fue en la primera curva hacia la carretera de tierra donde di una curva cerrada y el viento se empeño de empujarme para el otro extremo sacándome del camino. Para volver a donde quería tuve que pedalear en sentido diagonal. Normalmente es las carreras de MTB técnicas tengo que encontrar un terreno apropiado para tomar agua y poder sacar una mano del volante, pues lo mismo me pasó, porque apenas soltaba una mano, la bici se me iba de lado.

Seguíamos en caminos que me recordaban a Los Llanos venezolanos. Carreteras de tierra, planas, con vaquitas (no tan flacas como las criollas), pero el viento seguía increíble. De repente me pasan dos tipos en “fat bikes” por al lado (podías correr con cualquier tipo de bici) y les comencé a chupar rueda. Eso fue un tremendo alivio, se sintió como montarse en un autobús. Me quedé ahí un buen rato aguantando la rueda, hasta que se pararon en un punto de control pero yo todavía tenía el termo y el “camelbak” llenos, así que seguí solita contra el viento. Pronto vino la montaña y apareció una tipa californiana bastante fuerte, llamada Mindi, la cual por cierto tiene a su mamá viviendo en Maracaibo (vaya usted a saber por qué) según me comentó en la carrera cuando le dije de donde era yo. Y nos fuimos juntas turnándonos del viento un buen rato durante la subida de asfalto. Al llegar al cruce donde comenzaba la tierra, barro, y nieve, se me fue en un “trekking" impresionante y no la vi más. Yo traté de hacer algunas partes montadas, pero era muy resbaloso, así casi toda esa parte la caminé, fueron como 4 km.

Al salir del barrial con nieve, te topabas con un Punto de Control (PC), con montones de geles, y gomitas entre otras cosas, los cuales agradecí enormemente porque me pararon los calambres que me habían comenzado de la montadera y bajadera de la bici en la parte de barro y nieve. Después del PC, vino una bajada larga, de tierra y luego de asfalto, donde no tenía a nadie ni adelante, ni atrás (y me preguntaba: ¿coño, me perdí?), hasta que vi a un ciclista a lo lejos adelante y más adelante señalización de la carrera. Vino otra bajada pero esta vez muy empinada con curvas cerradas y barro, había gente bajándola caminando, pero por la costumbre del MTB pude bajar esa broma echando el cuerpo para atrás, cuando se acabó es que me di cuenta de la bici en la que estaba. Luego vino la parte más dura, luego de pasar el pueblo de Boulder, comenzó una subidota de asfalto con viento en contra, nada fácil, pero con una bella vista, al menos.


De ahí en adelante, el pensar que había pasado lo peor, me hizo bajar la guardia un poco, y ahora es que faltaba camino, así que los ultimos 25 km que eran planos con repechitos, se me hicieron eternos. Las piernas no dolían, pero si la espalda, los brazos y sobretodo el fundillo. Los pies se me estaban sancochando con el protector para el frío que tenía, pero no quería pararme a quitarmelos, así que seguí así. En la última recta me pasó un tipo de Bélgica que no estaba en la carrera y me dió apoyo moral hasta la meta, entre sus palabras estaban; - "Are you in a race?, -Where are you from?, -You are almost there!", y ..."Oh! you are cooked" (queriéndome decir que estaba reventada, y es que no lo podía disimular mucho).

En la meta estaban Ro, Nahysa y Ocha, Carla y Erik. Fue muy emocionante verlos a todos cuando crucé la meta, no me esperaba encontrar a Carla y Erik que vinieron a apoyar. De verdad estaba “cooked” cuando llegué, pero muy contenta de haber terminado el primer reto del año. A Konrad también le fue muy bien, cuenta que pasó a un gentío en la parte de barro y nieve. Muchas gracias a Ro por ayudarme esta vez con toda la logística y mecánica de la bici. Y a los uniformes COMPELWEAR, de un venezolano emprededor que nos encontramos por aquí.


Al final hice 5 horas 4 min y 15vo lugar de 25 mujeres que corrieron. Los paisajes, el ambiente y la gente estuvieron alucinantemente finos, mejor lo describe este video que tomé del facebook de la página de la carrera.





FELIZ VIDA Y A RODAR

L.A.