Hoy, Aponte, Luis Carmona, Rómulo y yo, salimos con la
intención de combinar dos deportes en una sola salida. Empezamos desde la casa de Aponte, por Los Samanes, donde nos
encontramos a las 7am. Luis se vino
rodando desde Catia, así que antes de empezar el entrenamiento, llevaba unos
cuántos kilómetros recorridos, los demás en cambio, sí empezamos en cero km.
Alistamos el equipo y arrancamos a las 7:30 hacia El
Hatillo, llegamos a Los Paulinos, donde nos impresionó la cantidad de ciclistas
en la zona, varios de ellos conocidos y otros panitas como El Duende y
Capu (Pata e´concerje).
Así que
saludamos y entrompamos la ruta “Orlandito”, la cual bajamos fino.
Yo apoyé el pie en un par de codos pero me
sentí bien bajando.
Luego subimos para
conectar con la ruta “La Guaya” la cual conocía de la vez de “
mañana de crosscountry y tarde de downhill con el Pira”, así que logré bajar disfrutándomela y me
lancé por los dos toboganes sin pensarlo mucho, que es cómo se fluye mejor.
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Tomada por: Luis Carmona (Ruta: Morales Bello) |
Subimos tranquilos por “Morales Bello”, siempre juntos,
bueno tranquilos ellos, yo para andar a su ritmo tengo que ir mucho más
forzada. Ya llegando a El Hatillo de nuevo, por el tramo de La Lagunita,
pegaban unos acelerones de repente, que me obligaban a darle con todo. Pronto
llegó la bajada de asfalto, en la que había poca circulación de vehículos por la hora, así
que posicionados aerodinámicamente íbamos sintiendo el viento en la cara y
cruzando los canales de esta Avenida a bastante velocidad.
Llegamos a La Trinidad pero en la subidita para casa de
Aponte, si que ya venía con las baterías bajas, menos mal que Aponte (y su esposa
Carola) nos tenían cambures, geles, bebidas con electrolitos y varios
consentimientos más. Recargamos
energías, dejamos las bicis, nos cambiamos los zapatos clic por unos de goma
para empezar a correr.
Corrimos hacia El Volcán, primero unos pocos kilómetros de
asfalto por La Trinidad y la Av. Intercomunal hasta el Farmatodo. Esos pocos
km. fueron los que más sufrí de todo el entrenamiento, tenía tanto tiempo sin correr
en asfalto que esas piernas me gritaban: ¿QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ?, a las pobres
se les había olvidado correr y en asflato más, pero yo les respondía: cállate, ¡y
dale!. Así finalmente llegamos a la tierra para empezar a subir hacia El
Volcán, en lo que toqué la tierra, agarré un segundo aire. Las piernas se
callaron y está vez solo pegaban pequeños griticos en los escalones naturales
de tierra, iban quejándose: ¡Ay! (escalón) ¡ay! (otro escalón) al parecer el
lactato las estaba fastidiando, pero ya venían mas controladas. Yo no veía
mucho para arriba, me concentraba en el paso.
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Tomada por: Luis Carmona |
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Tomada por: Luis Carmona (¡Ay!, ... ¡Ay!) |
Por el contrario, Aponte, cuando tocó la tierra, algo le
picó, no literalmente, pero eso creemos porque se apagó. El tiene muy buena
condición física y mental, pero simplemente hay días de días, y hoy le dio lo
que llamamos una “pálida”, simplemente te apagas, a veces por deshidratación, a
veces por falta de glucógeno, otras por fatiga acumulada, no sé cuál fue el
caso. Él que se conoce bien, por tantos años de experiencia en el deporte,
eligió simplemente sentarse y comer hasta que se le pasó. Pronto se recuperó,
pero por la hora decidimos volver al campamento base (casa de Aponte), llegamos
todos con buena cara y esperando repetirlo.
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En plena pálida |
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Aponte |
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Foto de: Luis Carmona, por La Av. Intercomunal (atrás estamos nosotros) |
Para Luis, el entrenamiento siguió, pues tenía que llegar a su casa rodando. Yo hoy estaba tan pendiente de llevarles el ritmo que tomé pocas fotos, pero Luis que iba cómodo, tomó varias y las prestó para el blog. Nos fuimos uniformados de Dencorub-Ciclozona, apoyando a los que nos apoyan. Esperemos vengan más entrenamientos como el de hoy.
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Ro, Ligi, Luis, Aponte (de izquierda a derecha). |
¡Feliz vida y a rodar!
L.A.