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lunes, 7 de septiembre de 2020

Revelaciones del cerro

    Esta aventura comenzó subiendo un cerro, pero no precisamente este que acabamos de subir. Esta historia comenzó subiendo el cerro El Ávila, yo tenía como 7 años y subía en carro con mi familia a visitar a la hermana de mi abuela, la única e inigualable Silvia Jurado casada con el ilustre Dr. Gabriel Briceño. Este doctor tuvo tremenda trayectoria y también escribió y publicó decenas de libros. Y a quién tuve el honor de conocer ese día y este señor viejito con ojos tan sabios que me parecían de papá Dios, preguntó lo que muchos adultos le preguntarían a una niña curiosa; que prestaba atención a todo lo que nos iba mostrando en lo que recuerdo como una casa enorme del adulto en cuestión: 

- y tú que quieres ser cuando seas grande?

A lo que respondí con sonrisa en mi cara y ilusión en mi corazón:

- ESCRITORA como tú.
 

    Por su puesto conmovido ese señor con alegría y guarapo aguado me contestó: 

- pues entonces te voy a dar un consejo: 

Lee todo lo que puedas, desde un anunció, un cuento, una revista, un libro pero lee todos los días.





    Este cuento empezó subiendo un cerro y 30 años más tarde, por supuesto en este 2020 que vino a sacudirnos a todos, subiendo otro cerro se desveló y no por arte de magia,  sino por sucesión de actos, decisiones y consecuencias en un cerro que si es mágico, frente a una laguna majestuosa bajo un cielo que: primero para empezar, nos regaló la estrella fugaz más lenta que he visto, que luego se llenó de constelaciones y vía láctea hasta llenar cada rincón de estrellas  y que más tarde apareció la luna esplendorosa que iluminó mi mente para responder o recordarme a mis 37 años cuál era mi vocación... que resultó que no fue "kickingball", ni piano, que aunque hice teatro apasionado y excursiones al llano, que aunque canté en el coro con una voz no entonada pero muy emocionada, que aunque hice voluntariado a los bomberos realmente bien entregado, misiones al Delta Amacuro, baile la danza Kuduro, probé ingeniería de materiales mención polímeros y pelé más bola que el fugitivo. Soy Biologa de la Simón orgullosa de mi profesión y es que aunque me encanta lo que hago aún así no "jallaba" cuál es que era mi vocación. Y rodando y contando me dieron un buen empujón y las aventuras y la bici que alimentan mi alma libre y rebelde, y el yoga el espíritu y la naturaleza TODO pero aún no "jallaba" cuál es que era mi vocación y aunque este es un boceto que no esta nada editado les escribo dentro de una carpa con el pecho bien apretado para decirles que le agradezco al cerro y a todos en el camino que me trajeron hasta este momento. Donde por fin puedo decir algo que estaba muy adentro sin que me nada por dentro. Puedo decir qué quiero ser cuando sea grande que bueno que le encontré antes de que fuera muy tarde. 


    Y todavía yo no sé si escribiré para sacarle una sonrisa a mis hermanos y tíos, o para que mi mamá se tomé el café con algo entretenido, o para acompañar a Arturo al baño, o para prevenir que Cora lea las noticias, o tal vez solo lo haga para leerme yo misma en el futuro y viajar al tiempo con los cuentos.  Lo importante es que encontré eso que por fin se hace porque te gusta y que lo haría aunque no me pagaran y que lo haría aunque no me leyeran pero si ya leíste hasta aquí me has dado esperanza de la buena. 


    Soy escritora de vocación y eso no significa que tienen que leerme eso solo significa que voy a empezar a escribir.


L. A.