lunes, 23 de junio de 2014

Andrés en Casupito

Ayer fue la práctica oficial de la segunda válida del circuito Gatorade que se efectuará en la ya conocida por nosotros hacienda Casupito, Edo. Aragua. Un circuito nuevo, que fuimos a reconocer, con un "sigletrack" prometedor. Ro y yo buscamos a Jay y a nuestro sobrino Andrés, que acaba de cumplir los once años, nos paramos por arepas y nos encontramos al llegar con Rodrigo, Noelbis, Pirata y Chaning, Los Velociraptor Bikers. Rodrigo está recien operado y no va a poder correr el domingo, pero Noelbis que cada vez está mejor preparada, si correrá.




De izquierda a derecha: Noelbis, yo, Andrés, Pirata, Ro, Chaning y Jay (foto por Rodrigo)

Comienza con un plano, atraviesa el río seco, luego cuenta con subida, y subida, más adelante entra a un singletrack con subida y bajada pronunciada, y al salir de ahí, viene bastantes subidas en zig-zag, la bajada no demanda mayor técnica pero hay que estar pilas a la hora de pasar y de ser pasado durante la carrera, porque hay muchos huecos y zanjas que evitar. Termina con otro plano, que da pie a rematar antes de llegar, y así son 3 vueltas para los de la categoría Sport y 4 vueltas para los de la categoría Experto, con mucho cambio de ritmo y una vuelta que puede llegar a ser realmente rápida.

La vuelta es de 7 km, estaban debidamente marcados para la práctica, salimos todos juntos y yo la hice con Andrés, ibamos pasando gente, yo mortificada trataba de prevenirlo pero luego me quedé atrás de él y lo dejé que decidiera, qué hacía y cómo, porque tiene mucho instinto y talento. La sensación que daba era ver a un ciclista con experencia pero en menor escala. No me sorprendió que fluyó por toda la ruta, no hubo bajada que no hiciera montado, y algunas pocas subidas que hizó empujando su bici algunos metros, de resto todas montado también. La primera vuelta cuando comenzó la bajada, se metió por donde no era y "compró un terrenito" (se cayó), nada grave, su actitud valiente fue sacudirse y seguir. -¿Estas bien?, - sí, respondió.  Yo me disfrutaba su mérito como el mio propio. Al final hicimos 14 km, la segunda vuelta con mucha más seguridad y soltura que la primera, sin quejarse más que por un dolor en la espalda al cual hay que prestarle atención ajustándole mejor la bicicleta para la próxima. Andrés iba sorprendido por la cantidad de ciclistas y la cantidad de ciclistas sorprendidos al ver su dominio y desempeño. La pasamos fino y para él fue un reto que asumió con una estupenda buena actitud. 








Foto por: personas paradas ahí






 ¡Feliz vida y a rodar!

L.A.

2 comentarios:

  1. Si hijo de gato caza ratón, seguro que el sobrino también lo hará. Con esos compañeros de entrenamiento seguro que será un gran competidor y mejor compañero y amigo. Un gran abrazo a todos.

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