sábado, 28 de diciembre de 2013

RESUMEN NAVIDEÑO, llegó Eddie 29

La rodada del 24 fue la clásica de muchos, este es mi segundo año en la tradición, bajada del cerro para prepararnos a recibir al niñito Jesús, eramos varios, desde mi casa salimos Dudu, Pirata, Ro y yo, y allá nos encontramos con Pecchio y Argenis y un grupote de Los Cachalotes que también estaban.

Gracias a Pirata que me prestó su Nomad, lo mejor fue la bajada. Como es una bici de descenso es muy pesada y casi toda la subida iba empujándola. Ro también se vino con su Nomad, me esperó y me ayudó a subirla. Nos reunimos en el refugio y había muchísima gente, compartimos un poco y seguimos subiendo. Nosotros subimos un rato más y luego vino lo mas esperado. Pero como dije, todo ese esfuerzo pa´rriba valió la pena.

Esta Nomad pasaba por donde me daba la gana, si me equivocaba calculando, no importaba, igual pasaba. Es tan robusta que bajar escalones naturales y raíces se hacía fácil, los coditos si requerían esfuerzo pero la tierra estaba sueltica y apenas frenabas coleaba bien, así que bajé como nunca, y con control de la situación gracias a ese camión, llegue abajo con la adrenalina a mil y las endorfinas a cienmil. Nos encontramos abajo y cerramos con un café para luego irse corriendo a los quehaceres propios de noche buena.


Lo que no me esperaba era mi regalo de noche buena, y menos mientras compartía en familia y se acerca mi sobrino menor Ignacio, con una cajota grande que el cargó con tanta facilidad a sus 6 años. Yo pensaba que era un tendedero, o a lo mejor una mesa de planchar por lo grande del tamaño, y cuando abro el regalo, veo el INTENSE de la caja, abro la caja y era nada más y nada menos que un cuadro Hard Eddie 29 de carbono que me había dejado Ro en el arbolito de mi hermana sin que me diera cuenta. No me salieron gritos, ni tampoco lagrimas, creo que no caí en cuenta de la realidad. Aún no es que caiga mucho, pero cual cuadro de pintura, lo admiro todos los días detallándolo y fijándome en los "tatuajes" que tiene en el cuerpo y en lo único de su diseño. Me sorprendió el regalo, estoy muy agradecida, valoro mucho ese gran esfuerzo, estoy hasta apenada, pero sobretodo, estoy feliz con este tremendo regalo, solo espero sacarle el provecho y explotarle el potencial.


Todavía estoy leyendo e investigando sobre sus cualidades, sobre qué componentes serían los ideales para armarlo, un poco sobre su historia y lo exclusivo de sus raíces. Este Eddie es un gringo peculiar, viene de una familia donde todos saben bajar bien pero él a diferencia del resto de su familia nació diseñado para ser ligero y desplazar mejor, claro que la herencia de downhillero la lleva con él. Además lleva tatuajes de calaveras con rosas y su insignia es el fuego por lo que se le nota que es apasionado y definitivamente INTENSO. Hasta ahora me he sentido identificada con Eddie, de donde viene y su potencial, nos falta todavía muchas cosas para empezar a salir juntos, pero estoy segura de que nos llevaremos bien y que recorreremos muchos caminos juntos.











































La mañana del 25, yo no podía aún estrenar mi regalo, pero Ro que tenía una camisa nueva para hacer downhill si pudo estrenarla con su aliado Pirata, yo fui de cómplice (o de sherpa) a subirlos hasta El Volcán para que ellos se lanzaran, aquí van algunas fotos de todo lo contado.











Feliz Vida y a rodar,

L.A.




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