domingo, 9 de febrero de 2014

PX2

Los Pocitos x 2 (PX2) es la segunda válida caimanera organizada por un grupo de desadaptados que se hacen llamar: Los Velociraptorsbikers. En la anterior no participé, pero en esta fui parte de la caimanera y por tanto puedo echar los cuentos. 

La cita era a las 8 am. en el portón, para llegar ahí a las 8 quedamos en reunirnos a las 7 am en una panadería de San Antonio. En dónde Pirata me explicó la ruta de la carrera, y como me costaba captar la ubicación de los puntos críticos, me dibujó un rutometro que guardé conmigo. 

Nos fuimos al portón donde nos esperaba Luis Carmona quien llegó rodando desde Caricuao a la caimanera. Llegamos con media hora de retraso, y Luis ya estaba tuyido del frío y molesto, con razón. Sin mucho preámbulo se dió la salida. Desde qué estábamos en la panadería estaba el cielo nublado y lloviznando, había mucho frío hoy, aunque más tarde salió el sol, el frío nunca se fue. 


Participantes de la segunda válida de PX2

Arrancamos con mucho ánimo pero en la esquina empezando hacia La Conejera todos frenaron porque a alguien se le había caído una tripa. Sirvió de reagrupé, y volvimos a arrancar. Traté de bajar durísimo para tenerlos a la vista el mayor tiempo posible. Sin embargo, en la Conejera no vi a nadie, y bajé chola. Bajas zigzagueando y coleando la bici, rodeado de selvita y árboles hasta que al llegar abajo comienza un bello singletrack, yo seguía choleada pero nada que los veía. Hasta que comenzó el singletrack en subida y ahí vi de lejos a dos, empecé a apretar, le llegué a Luis. Pero él no le estaba poniendo como siempre, y no sabía bien el camino, le dije por donde era y en eso apareció Pepito. Salió de la nada, nos saludó y siguió, iba solo, pensé que vería a los demás pero más nadie lo vió. 

Llegamos a Los Pocitos, donde hay un río y comienza un trekking cargando la bici, hasta conectar el singletrack de nuev

o, en la caminata se me fue Luis, lo vi un buen rato hasta que comenzó otra subida hacia Las Vacas, donde lo perdí de vista. Al llegar a la lomita, busque mi rutometro porque no encontré huellas de los demás y un poco de zamuros a la derecha me habían hecho agarrar por la izquierda en lo que comencé a bajar, me di cuenta que por ahí no era y me devolví. Espanté al poco de zamuros como si fueran palomas de plaza. Y bajé hacia los pinos que indicaba el rutometro, ahí recordé el resto del camino, la tierra de las vacas estaba sueltecita, una parte la caminé y en lo que pude me monté, varios toboganes juntos y singletrack de arena que conecta con La Arenera, y para arriba. La Arenera es una carretera ancha de tierra, va bordeando sembradíos. Mis preferidos los de calas, crecen a la orilla adornándolo como un gran ramo. En La Arenera como estaba sola me costó mantener el ritmo duro que traía, como dice Rusch, cuando no tienes un conejo que cazar, es fácil aflojar, rápidamente reaccionaba y volvía a apretar. Al fin llegué al cruce y me fui de nuevo al portón de salida, donde se acabó la carrera para mi. En cambio todos los demás dieron dos vueltas. 

Me senté a esperarlos y a tomar fotos. De pronto llegó el primero, ¡era Jay! escoltado por La Ardilla y Cambur, dos ciclistas de la zona que presenciaron la carrera y se vinieron a la llegada. Como a los dos minutos y medio llegó el segundo lugar, era Carlos Rivero, con la camisa abierta y con la sonrisa en la cara.  Después de como 15 min llegó Pirata, no le fue muy bien aunque bajó como desquiciado, llego todo aruñado y embarrado, habló de un desperfecto en la cadena. Empatados en el cuarto lugar entraron Ro y Chaning, Ro y que voló por un precipicio para abajo y lo receptaron matas de espinas. Al poco tiempo llegó Casca, fresco como lechuga y limpio ACE, le revisamos la bici a ver si tenía tierra porque no podíamos creer lo intacto que llegó. De último llegó mi Equipo Luis, quien igual llegó satisfecho de la ruta, y cuenta que arrancó muy frío. Lo más importante es que independiente de la posición, cual si fuera una válida nacional, todos llegamos aruñados y raspados, dando todo en la ruta. Es lo que le da el verdadero valor a la caimanera. 

Así al reunirnos, hicimos la premiación, con unas medallas que llevó Rivero, y entre aplausos y risas, celebramos un podio de contrincantes conocidos muy bien reñido y de un merecido primer lugar de Jay, quien corrió inteligente. Hasta la próxima, donde me propondré hacer el mismo recorrido que los muchachos ahora que ya me sé la ruta. Feliz vida y a rodar.

L.A.




El ganador de hoy:






Pirata todo rasguñado

Chaning y Rómulo llegando a la meta


Casca limpiecito como un sol. 

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Ardilla y Cambur, expectadores

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