lunes, 3 de junio de 2013

MARATÓN MTB COPA "ERNESTO NAVARRO"

Realmente fue un maratón, no sólo por el formato de la carrera en sí sino por el viaje que implicó para nosotros. Arrancamos desde Caracas vía Puerto La Cruz, Pirata, Rómulo y yo, el viernes por la tarde. Salimos un poco más temprano de nuestros respectivos trabajos y con las 3 bicicletas, más el equipaje, nos fuimos decididos a correr el 1º Maratón MTB Copa "Ernesto Navarro" (65km con mucho desnivel, saliendo y llegando del mismo punto, Cumanacoa, Edo. Sucre. irdesisr.com). Esta carrera fue organizada por Raúl Navarro, un ciclista de una trayectoria excepcional, quien este año representó a Venezuela en el ABSA Cape Epic (la carrera por etapas más dura del mundo en el ciclismo de montaña) y nos dejó en alto junto a su compañero sudafricano. Raúl no solo es un atleta de trayectoria también es como lo describía ayer Pirata: alguien muy espiritual. Raúl trasmite mucho como ser humano y todos nosotros lo admiramos mucho.

Llegamos a Puerto la Cruz donde nos recibió mi tía Ana Beatriz (una de las 9 hermanas de mi mamá) en su casa con mucho cariño. Y el sábado en la mañana nos encontramos con Giancarlo (Jay) y su familia quienes también llegaron el viernes en la noche a Puerto La Cruz y seguimos juntos el resto del viaje.



tía Ana Beatriz
Al llegar a Cumaná nos fuimos directo a la tienda de Marisela, TUBICI, donde saludamos a algunos amigos y duros del MTB (Mono y al Mostrico). Luego de haber comido pasta y de bastante ajetreo precarrera, por fin preparamos todo y nos relajamos para el día siguiente, donde seguía el viaje.








El Mostrico
Mostrico (José Luis Rodriguez), Mono (Rafael Garrido), Jay (Giancarlo Freytez), Tati, Rómulo, Pirata y los chamos de Jay y Tati.
Preparando todo
Desayunamos en el hotel a las 6:30am, recargando bastantes carbohidratos para lo que venía y salimos Jay, Pirata, Rómulo y yo vía Cumanacoa, que está alrededor de una hora de Cumaná. La salida de la carrera era a las 9:00am y había que llegar antes para buscar el material.

Llegamos con suficiente tiempo, para buscar el material y dar algunas vuelticas probando las bicis unos minutos antes de arrancar. Cuando llegamos nos impresionó gratamente el arco, el reloj de la salida, los toldos desplegados en la manga de coleo del pueblo, los ciclistas presentes (casi todos reconocidos) y el ambiente de la carrera en general.

Pronto inician el llamado a los corrales de salida (salimos por categorías con diferencias de segundos). Yo por primera vez corrí en categoría élite, para mi sorpresa solo éramos 3 en la categoría (las demás inscritas no aparecieron), habían varias mujeres pero en categoría master. Está carrera fue la primera copa en homenaje al hermano de Raúl, Ernesto, quien cumplía un año exacto de dejar de rodar en este mundo.

Dieron la salida, yo no llevaba ni el primer kilómetro cuando después de cruzar el primer río trate de pasar entre dos ciclistas, pedí paso pero uno de ellos se echó para el lado en el que estaba yo, chocamos. No sé bien cómo fue, pero caímos todos enredados. Yo caí con la rodilla, mi volante quedó torcido, me paré rápido a enderezar y seguí. En la siguiente curva, me coleo, derrapó y me raspo el lado izquierdo de la pierna, me había vuelto a caer a pocos metros. Me vuelvo a parar rápido, ya las dos compañeras de la categoría con quienes venía se habían ido lejos, venía una subida corta y en la bajada, siento la bicicleta demasiado inestable. Me paró por fin a revisar y mi caucho delantero había perdido líquido y presión (uso "tubeless", sin tripa) en la primera caída, por lo cual era tan difícil controlar la bici, pero yo de atorada no me había percatado.

Me paré a reparar, y menos mal, bastó solo con una bombonita de CO2, se seguía escapando un poco de aire después de agitar el caucho varias veces para que sellara, pero me monté y seguí. Para ese momento ya me había pasado hasta el perro. Yo arranqué decepcionada, pero recordé que era una carrera larga, los primeros kilómetros no definían nada. Agarré fuerza nuevamente y empecé a darle a ritmo. Me concentré en mi carrera, y poco a poco fui encontrando gente y pasando gente. No había pasado mucho tiempo del malestar de mi aparatosa salida, cuando empecé a disfrutarme la carrera de nuevo.

Muchos cruces de río definieron la ruta, subidas anchas y empinadas, muchos "singletrack", algunas bajadas técnicas, montañas, antenas, caseríos, nuevamente ríos que cruzar, también habían chinchorros (caminos con subidas y bajadas cortas) y otros ríos más. Algunos ríos se podían pasar montados, en otros me bajaba y cruzaba cargando la bici, el nivel del agua me llegó a sobrepasar la cintura. Los puntos de hidratación, eran hasta mejores que los de la carrera en Guatemala, con frutas, refrescos, agua y hasta dulces típicos (conservas de guayaba, catalinas,etc). Yo no me paraba mucho tiempo, apenas si recargaba el agua.

Seguí a mi ritmo, comía geles cada 30-45 m pero recuerdo haber agarrado un segundo aire con unas gomitas con electrolitos que me comí la segunda hora de carrera, y empecé a mejorar. Me pasó de todo en esta carrera pero me fascinó la ruta, la gente dándole a la olla para animarnos, el "¡dale catira!", la señalización y gente de la organización trancando el tráfico cuando se cruzaba una carretera, y pues todo en general.

Los últimos 10 km. para mí fueron eternos, yo como sentía que ya estaba llegando, le comenzaba a dar más duro y seguían faltando los mismos 10. Fueron planos pero dimos varias vueltas y cruzamos un río seco (y otro mojado) antes de llegar a la meta, ya yo venía con muchos calambres. Hasta que lo logré, crucé la meta y sentí el alivio de que se había acabado y la satisfacción de haberlo lograrlo. Llegué de cuarta en la general y de las tres de mi categoría, llegué de tercera. Aún así me premiaron con trofeo y metálico, fue una gran experiencia.

A los muchachos Jay y Pirata, no les fue muy bien. Giancarlo (Jay) se le clavó una espina en el caucho y después de reparar y volver a arrancar, se le volvió a espichar el caucho de nuevo, intentó reparar sin éxito, ayudó a otra competidora a reparar su caucho espichado también, y gracias a él, ella pudo seguir. Pero con el caucho de Jay, ya no había mucho que hacer, así que esperó en un punto de control para regresarse con los de la organización. Lo cual fue una lástima porque Jay tenía muchas posibilidades de que le fuera excelente en esta carrera, en los últimos meses ha mejorado su rendimiento desproporcionadamente. Al Pirata le pasó algo similar, se le espichó el caucho e intentando reparar, se le dañó el repuesto, así que también volvió en carro para la meta.

En cambio a Rómulo le fue excelente, me cuenta que no se sintió bien la primera hora de carrera, pero que después empezó a mejorar y mejorar, que incluso alcanzó a Pirata y que juntos bajaron unas picas a todo lo que daban, estilo downhilleros, uno a pocos metros del otro (tenían que ver como lo contaban usando puras onomatopeyas, - "y SAH SAH SAH bajamos"). Me decía que cuando todo el mundo empezó a sufrir, él empezó a rendir más. Logró llegar de cuarto en su categoría, a solo 3 minutos del tercero, todo un éxito para lo fuerte de la carrera y de la categoría.


Pirata y Rómulo contando cómo fue la bajada downhillera

Yo había preparado cuatro chorizos de marquesa de chocolate de diferentes tamaños, aquel que llegase primero, se llevaría el más grande, ese fue Ro. Mis felicitaciones por tan buena carrera.

El regreso fue un maratón también, mientras nos reunimos todos se hizo tarde. Arrancamos hacia Cumaná en donde buscamos a la familia de Jay, y nos echamos un chapuzón en la playa para quitarnos el barro. Seguimos hasta Puerto La Cruz, y aunque la idea original era seguir hasta Caracas, por la hora y el cansancio, dormimos en Puerto y nos regresamos esta madrugada directo a los trabajos de cada quien. Ha sido todo un maratón, sobretodo para Ro y Jay quienes manejaron todas esas horas.

La modalidad "bike marathon" me parece que se asemeja más a la vida, es una carrera larga y llena de obstáculos, donde muchas veces la mente prevalece sobre la condición física. Yo ahorita ando con rodilla inflamada pero como dicen ¨gajes del oficio".

A esperar que la rodilla este fina y luego ¡a rodar!
L.A.
raspón pierna izquiera

Rodilla derecha
En el camino de regreso a Puerto La Cruz
Cumaná









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