domingo, 28 de julio de 2013

A Los Caracas en ruta

Salimos casi a las 6 am de Caracas, aunque el plan era salir a las 5:30 am pero nos quedamos dormidos. El día amaneció bello en la capital, pero nos recibió aún mejor en el litoral central. Esta vez sacamos a las bicicletas de ruta.







 



Para mi (a lo mejor porque aún no he competido en esta modalidad) andar en la de ruta, es como ir viajando en tren, vas disfrutando el paisaje, a lo mejor sosteniendo una buena conversación o a lo mejor en introspección en un vagón solo. En cambio cuando voy en MTB, voy en un vagón también, pero de montaña rusa, ambas modalidades las disfruto un montón, y ambas requieren técnica y dedicación.

De ida a Los Caracas, de donde arrancaría la rodada de hoy, vimos varios carros con bicicletas montañeras, que iban camino a una carrera a realizarse en Todasana. También nos impresionó ver a un chamín en su bicicleta a toda máquina pidiendo cola para la carrera por los lados de Tanaguarena (súper lejos de donde sería la carrera). Nosotros nos paramos en Naiguatá a desayunar y hacer tiempo para que los demás del grupo de hoy llegarán, y comimos unas arepas suculentas. 

Saliendo de Naiguatá, volvimos a pasar al mismo chamín quién seguía dándole duro y pidiendo cola con una bolsita guindada al volante. Se la ofrecimos hasta Los Caracas, y se montó con nosotros. Cuando le preguntamos, había salido desde el Polideportivo de La Guaira (ya llevaba un buen trecho). Nos conmovió y nos pareció admirable lo restiada de su actitud, un chamo súper sencillo quien recorrió kilómetros y kilómetros para ir a competir con su bolsita de arepa guindada al volante, le dimos algunas provisiones y le deseamos suerte a Yosmar, pero la verdad él nos dio una lección a nosotros.



Chamín restia´o camino a la carrera de Todasana (Yosmar)


Llegamos a Los Caracas y nos comenzamos a alistar, al rato llegó el resto del grupo: Hermes Castellano, Oliver y Carlos Aponte, éramos 5 en total, con Rómulo y conmigo. Arrancó el pelotoncito con un cielo pincelado de nubes y entre ellos se iban turnando la punta. Íbamos en línea por la carretera de asfalto, entre el mar y la montaña, a veces en paralelo con los pelicanos. Llegamos rodando hasta Naiguatá, pasando por Anare y nos regresamos a La Punta, en donde Hermes ayudó a Aponte a solucionar un problema con los cambios.




Aponte de verde, Ro de azul 











Hermes reparando los cambio de Aponte




Pronto, salimos otra vez hacia Naiguatá pero en el camino Aponte pinchó su rueda, nosotros llegamos y al regreso fue que lo encontramos. Seguimos rodando hasta el carro para venirlo a buscar, pero fue Hermes quien lo buscó, eso nos dio chance a Oliver, Ro y a mi de llegar hasta Anare y volver nuevamente hasta playa La Punta de Los Caracas.  Hoy Ro no andaba muy bien en cuanto a su rendimiento, esos días son pocos, así que yo me podía dar el privilegio de ir cómoda a la par de él, también pude aguantarle la mayoría del tiempo la rueda a Oliver y a Aponte, que iban adelante, por lo cual me sentí bastante contenta.

Al final recorrimos casi 80 km, para terminar algunos trotando media hora y otros con un chapuzón en ese mar cargado de flow (aunque no había olas Frewuill http://www.chupacabrasurfista.com/). Me encantó ir y la pasamos fino los 5, ¡a repetirlo!. 



De regreso a Caracas (cielo pincelado, nubes de pájaro o avión)

Gracias a Ro, que maneja todo eso y yo regreso feliz de esa rodada a casa. 

Feliz vida y a rodar,

L.A.

1 comentario:

  1. Esa ruta es increíble, si la agarras con viento, te cuento un cuento. Como siempre Ligi, de lujo.

    ResponderEliminar