domingo, 25 de agosto de 2013

Rodando y andando


Hoy, Aponte, Luis Carmona, Rómulo y yo, salimos con la intención de combinar dos deportes en una sola salida. Empezamos desde la casa de Aponte, por Los Samanes, donde nos encontramos a las 7am.  Luis se vino rodando desde Catia, así que antes de empezar el entrenamiento, llevaba unos cuántos kilómetros recorridos, los demás en cambio, sí empezamos en cero km.

Alistamos el equipo y arrancamos a las 7:30 hacia El Hatillo, llegamos a Los Paulinos, donde nos impresionó la cantidad de ciclistas en la zona, varios de ellos conocidos y otros panitas como El Duende y Capu (Pata e´concerje).  Así que saludamos y entrompamos la ruta “Orlandito”, la cual bajamos fino.  Yo apoyé el pie en un par de codos pero me sentí bien bajando.  Luego subimos para conectar con la ruta “La Guaya” la cual conocía de la vez de “ mañana de crosscountry y tarde de downhill con el Pira”, así que logré bajar disfrutándomela y me lancé por los dos toboganes sin pensarlo mucho, que es cómo se fluye mejor.  

Tomada por: Luis Carmona (Ruta: Morales Bello)
Subimos tranquilos por “Morales Bello”, siempre juntos, bueno tranquilos ellos, yo para andar a su ritmo tengo que ir mucho más forzada. Ya llegando a El Hatillo de nuevo, por el tramo de La Lagunita, pegaban unos acelerones de repente, que me obligaban a darle con todo. Pronto llegó la bajada de asfalto, en la que había poca circulación de vehículos por la hora, así que posicionados aerodinámicamente íbamos sintiendo el viento en la cara y cruzando los canales de esta Avenida a bastante velocidad.

Llegamos a La Trinidad pero en la subidita para casa de Aponte, si que ya venía con las baterías bajas, menos mal que Aponte (y su esposa Carola) nos tenían cambures, geles, bebidas con electrolitos y varios consentimientos más. Recargamos energías, dejamos las bicis, nos cambiamos los zapatos clic por unos de goma para empezar a correr.

Corrimos hacia El Volcán, primero unos pocos kilómetros de asfalto por La Trinidad y la Av. Intercomunal hasta el Farmatodo. Esos pocos km. fueron los que más sufrí de todo el entrenamiento, tenía tanto tiempo sin correr en asfalto que esas piernas me gritaban: ¿QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ?, a las pobres se les había olvidado correr y en asflato más, pero yo les respondía: cállate, ¡y dale!. Así finalmente llegamos a la tierra para empezar a subir hacia El Volcán, en lo que toqué la tierra, agarré un segundo aire. Las piernas se callaron y está vez solo pegaban pequeños griticos en los escalones naturales de tierra, iban quejándose: ¡Ay! (escalón) ¡ay! (otro escalón) al parecer el lactato las estaba fastidiando, pero ya venían mas controladas. Yo no veía mucho para arriba, me concentraba en el paso.








Tomada por: Luis Carmona


Tomada por: Luis Carmona (¡Ay!, ... ¡Ay!)







Por el contrario, Aponte, cuando tocó la tierra, algo le picó, no literalmente, pero eso creemos porque se apagó. El tiene muy buena condición física y mental, pero simplemente hay días de días, y hoy le dio lo que llamamos una “pálida”, simplemente te apagas, a veces por deshidratación, a veces por falta de glucógeno, otras por fatiga acumulada, no sé cuál fue el caso. Él que se conoce bien, por tantos años de experiencia en el deporte, eligió simplemente sentarse y comer hasta que se le pasó. Pronto se recuperó, pero por la hora decidimos volver al campamento base (casa de Aponte), llegamos todos con buena cara y esperando repetirlo.


En plena pálida








Aponte 


Foto de: Luis Carmona, por La Av. Intercomunal (atrás estamos nosotros)



Para Luis, el entrenamiento siguió, pues tenía que llegar a su casa rodando. Yo hoy estaba tan pendiente de llevarles el ritmo que tomé pocas fotos, pero Luis que iba cómodo, tomó varias y las prestó para el blog.  Nos fuimos uniformados de Dencorub-Ciclozona, apoyando a los que nos apoyan. Esperemos vengan más entrenamientos como el de hoy.


Ro, Ligi, Luis, Aponte (de izquierda a derecha).


¡Feliz vida y a rodar!

L.A.




     

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