martes, 29 de abril de 2014

ETAPA 3 ¡LISTA!, “la más larga de la historia de La Titan Desert";

Los cuatro venezolanos culminaron “la etapa más larga de la historia de la Titan Desert”, de casi 150 km según marcaron los GARMIN. Ro la completó en 08:24 horas, luego llegó Pecchio en 09:10, a la hora llegó Gabriel Briceño y a la hora Jose Ricardo, aproximadamente.

Pecchio nos hecho un susto a los que seguíamos la carrera minuto a minuto, o mejor dicho, la organización, porque no registraron cuando pasó por el PC 2, sino que apareció en el PC3 directo, pero durante todas esas horas pensamos de todo, sobre todo Alicia (la esposa de Pek, quien me escribía preocupada), al final fue solo un susto. Ro tuvo incovenientes con la rueda que ya esta resolviendo para mañana (SALITREX, le llaman). Pecchio y que dijo: “esto no es montar bici, esto es ir de visita al infierno”.

Y coincide con la descripción que le ha dado mi reportero de ciclismo favorito (le esta ganando a Goga), el catalán Sergi Lopez-Egea en su blog. Al cual cito textualmente porque no solo me encantó, el lo esta viviendo de cerca y lo cuenta mejor que yo...


NO DIGAN TITAN DESERT... DIGAN SOL Y MOSCAS
"Vive, disfruta, ve mundo, pero… ¿apuntarse a la Titan Desert? Para hacerlo hay que tener un punto de locura, casi de chaladura y algo más que el simple espíritu que conduce a muchos mortales a romper la rutina acudiendo cada domingo a una marcha cicloturista o a una prueba atlética por la ciudad o el monte.
Si en el Atlas, del domingo a media mañana del martes, había montaña, ascensos, descensos y hasta ríos, denominados aquí oueds muchas veces con agua, hasta el viernes cuando se baje la última bandera solo hay desierto, sol y moscas, como las que se deben ir apartando con una de las manos mientras se va escribiendo. Moscas que persiguen a los corredores, al igual que a las vacas en el campo, atrapadas con el encanto de la suciedad y el sudor.
Aquí solo hay sufrimiento que se olvida justo en el instante en el que se cruza la línea de llegada, tras horas de angustioso pedaleo. El lunes, por ejemplo, en una etapa que muchos tardarán años en olvidar y que la mayoría explicará como un cuento o una batallita del abuelo a sus nietos, hubo participantes que tuvieron que conectar las linternas de frontal, pedalear bajo la oscuridad, acompañados, a modo de seguridad, por algunos todoterrenos de la organización que los auxiliaban con sus faros. A las 10 de la noche todavía se cruzaba la meta. Juanito Oiarzabal, brillante escalador, no solo ha desafiado a la edad, casi en la barrera de los 60 años, sino a las amputaciones que ha sufrido en los dedos de los pies, producto de congelaciones y de encarrilar un ocho mil detrás de otro. Oiarzabal, al que le dio igual hacerlo con el control cerrado (el reglamento permite, sin embargo, salir al día siguiente) fue el último en llegar. Pero cumplió su hazaña, aunque el reto le supuso un calvario de más de 12 horas sobre la bicicleta.
Y este martes, más de lo mismo, 146 kilómetros, la etapa más larga nunca jamás diseñada en los nueve años de historia de la prueba. Este martes se ha penetrado en el Sáhara, los riachuelos del Altas se han cambiado por ríos de arena donde la bici se clava y donde hay que andar, al más puro estilo del Maratón de Sables. Este martes, de nuevo, la organización ya sabe que después de anochecer habrá corredores desperdigados por el desierto a los que habrá que volver a rescatar.Zona avituallamiento
¡Están locos estos titanes! Sí, sí que lo están, del primero al último, porque Óscar Pujol, el vencedor de la tercera etapa, que sigue siendo corredor profesional de carretera y que espera que una actuación brillante en la ronda marroquí le vuelva a abrir las puertas del World Tour, ha llegado casi haciéndose las necesidades encima, con la tripa revuelta y los intestinos protestando de tan bárbaro esfuerzo. Y luego, mientras la mayor parte de los participantes sigue cabalgando sobre el desierto, hay que pelear por encontrar una sombra, casi a 40 grados, imposible descansar en las jaimas. Y mañana, más, mucho más, muchísimo más, más calor, más moscas, más desierto y más titan."

Don Pek y Sancho Ro en sus aventuras 

SALITREX

Cortesía de Alicia de Pecchio




¡VAMOS TITANES! ¡VAMOS VENEZUELA!


L.A.

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